Pedro Botello se defiende, dice: “solo soy un abogado en Operación Búho”

El diputado Pedro Botello ofreció su versión sobre su supuesto señalamiento en el caso operación Búho y aseguró que sí ha asistido al tribunal, durante más de tres meses, en calidad de abogado del señor Gabriel Santana y no de representante, como se había difundido a través de las redes sociales.

El diputado por La Romana explicó que en este caso solo está cumpliendo su rol como abogado.

Botello dijo que ha fungido como jurista llevando todos los medios de prueba que se le han requerido para la defensa de su cliente.

Además, afirmó que su aparición en el expediente como ocupante de un apartamento en el condominio Torre Mar Azul, en Malecón Center, Distrito Nacional, se debe a que este es inquilino de un apartamento en esta torre.

“En torno al inmueble que se cuestiona, mi presencia allí es solamente como inquilino y en el condominio están todas las documentaciones”, afirmó el diputado por la provincia de La Romana.

El dirigente político también dijo que estas afirmaciones se han realizado con el objetivo de dañar su imagen debido a las constantes confrontaciones que ha tenido en el Congreso Nacional.

“Estamos preparados para responder cualquier tipo de cuestionamiento, mi teléfono está abierto para todo aquel que me quiera llamar y preguntarme”, afirmó el diputado con voz alzada.

Pedro Botello, aparece en el expediente de la Operación Búho como representante de Gabriel Santana Borsilea, uno de los principales imputados en el caso de fraude, falsificación de identidad y asociación de malhechores, investigado por el Ministerio Público (MP).

Además, Botello, que figura dos veces en el documento, ocupó un apartamento en el condominio Torre Mar Azul, en Malecón Center, Distrito Nacional, cuyo inmueble fue comprado por Gabriel Santana, con un certificado de depósito a plazo fijo de la Cooperativa Herrera.

La segunda mención del diputado en el expediente explica que el mismo figura como propietario del apartamento, sin embargo, el supuesto dueño es una persona, de nombre Félix Rafael Hernández Casado (que no tiene que ver con el caso) compró el apartamento en 2019, con la intención de abrir un centro de salud mental.