Por: Joel Suriel. – Los últimos cuatro meses del año se han registrado varias tragedias que han enlutado a varias familias en la República Dominicana, con decenas de personas fallecidas en días que no serán olvidados por los ciudadanos en mucho tiempo.
Una explosión, el desborde de un río, una tormenta que azotó a varias regiones del país y un accidente de tránsito han dejado casi 90 personas muertas desde agosto del presente año hasta la fecha.
Aunque se habla desde agosto, la mayoría de las tragedias de las que se habla en este escrito han ocurrido en el presente mes de noviembre que todavía no acaba.
El más reciente episodio es la colisión entre una patana y un autobús de pasajeros en una carretera de Haina, provincia San Cristóbal, que ha dejado hasta el momento unas 10 personas muertas.
Precisamente en San Cristóbal, el 14 de agosto una explosión en el mismo centro de la provincia provocó la muerte de 38 personas y decenas de heridos que todavía no se recuperan de ese mortal siniestro que sacudió la ciudad y conmocionó a todo un país.
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Según un informe preliminar del Cuerpo de Bomberos de San Cristóbal la emanación de gases combustibles sin ventilación en la empresa Vidal Plast, fue lo que provocó la explosión del 14 de agosto.
El Ministerio Público sometió a los propietarios de la mencionada empresa, con la imposición de presentación periódica y al día de hoy es poco lo que se sabe sobre el caso de esa explosión.
A principios de noviembre, otra tragedia conmocionó al país, luego de que 5 personas, incluyendo una menor de edad, fueran arrastradas por el desborde del río Fula, en Bonao, provincia Monseñor Nouel, mientras compartían.
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Ese 8 de noviembre la rápida crecida del concurrido afluente cegó la vida de Jade Vásquez, una adolescente de 13 años de edad; de Yimery Vásquez, de 29, nativa de Sabana Perdida, en Santo Domingo; Cheily Pérez, de 25, del sector Los Mina, Santo Domingo Norte; Adonis Custodio Mata, de 25, del municipio de Constanza, La Vega e Isauly Martínez, de San Francisco de Macorís.
Las víctimas, que eran oriundas de San Francisco de Macorís y Santo Domingo, se bañaban, bailaban y consumían bebidas alcohólicas, en el balneario, cuando el río Fula creció, llevándose a una decena de personas, incluyendo niñas.
Apenas 10 días después de ese suceso, otra mortal tragedia sacudió a la República Dominicana, cuando un disturbio tropical azotó a varias provincias del país, incluyendo el Sur y Santo Domingo, provocando la muerte de 30 personas.
Desde la caída de una pared de un paso a desnivel en la 27 de Febrero que mató a 9, hasta personas arrastradas con todo y vehículo en Manoguayabo, fue de lo que se vio en aquel inolvidable sábado de noviembre.
Por la aída del muro del paso a desnivel de la avenida 27 de Febrero, perdieron la vida Boniel Dovielie, de 40 años; Eduardo Cabrera Castillo, de 68; Solange María Méndez, 31; Omar Méndez, de 70; Awilda Vasquez, de 65, María Nereida Martínez. de 31; Michael Orozco, de 29; Ramón Antonio Martínez, de 75; y Nadege Joseph de 33.
Por inundaciones de vehículos murieron Juan Emilio Luciano, de 73 años; Carlita Luciano, de 73; María del Socorro Luciano, de 53; Luis Enrique Silvestre; de cinco años; Ramón Miguel Rijo, nueve años; Anabel Nuñez Jiménez, 19 años; Domingo Andrés Jiménez, de 72; Daritza María Figuereo, 27 años; Luis Felipe Luciano, de ocho años; Daxiani Heredia Pérez, de 23; Witberson Francois, de 18; Angel Augusto Mañon, de 67.
12 días después del inusual disturbio tropical, un accidente despertó a los dominicanos con un mal sin sabor, cuando una patana chocó a un autobús de pasajeros, matando a 10 personas hasta el momento e hiriendo a otras 14.
En total, en las tragedias anteriormente mencionadas y que han ocurrido desde agosto del presente año, un total de 83 personas han perdido la vida.
