En la avenida Constitución, principal vía de la provincia San Cristóbal, donde convergen bancos, escuelas, comercios e instituciones de servicio público, se siente el impacto de la explosión en las calles Francisco J Peynado y Padre Ayala, donde el ambiente pareciera de una zona de guerra.
Escombros, destrucción, vehículos quemados, personas angustiadas en búsqueda de sus familiares. Las sirenas de los camiones de bomberos, trozos de vidrios y cintas que acordonan la zona y sus inmediaciones, son el panorama en 400 a 500 metros a la redonda, desde el lunes 14, pasadas las tres de la tarde.
“Los gritos se escuchaban en aquel edificio de Los Toledo. Había gente voceando por favor ayúdenme pero era tanto el ruido”, expresó Juan Francisco Puello, dirigente comunitario.
La señora Doris, residente en las inmediaciones de donde ocurrió la tragedia dijo: Al ver caer todas esas piedras de arriba dije eso es un terremoto. El panorama se puso oscuro. Le pedí a Dios, eso fue lo único que me llegó a la mente, porque pensaba que el mundo se iba a acabar.
Las autoridades han confirmado hasta el momento 32 fallecidos y 59 hospitalizados. En un recorrido que hizo el equipo de N Investiga por la zona, el panorama era triste, y los rostros de la gente así lo hacían sentir. La periodista Nuria Piera y Juan Manuel Méndez, director del COE estuvieron en la zona cero, donde el ambiente de tristeza.
Resultado de la explosión colapsaron unos cuatro edificios, entre los que estaban la Fábrica de Plástico Vidal Plast, la fábrica de colchones y telas Toledo y Agro veterinaria La Esperanza. Otras nueve edificaciones también resultaron afectadas.
Para tratar de mitigar la situación, las autoridades dispusieron medidas inmediatas, uniéndose a las labores de rescate unas 615 personas entre socorristas, brigadistas, personal de Cruz Roja, Defensa Civil, médicos, así como tres unidades caninas que colaboraron con la búsqueda de personas atrapadas bajo los escombros.
El equipo de N Investiga tuvo acceso al centro de mando instalado en la zona cero, desde donde las autoridades dirigen y supervisan todas las operaciones.
Julián García, subdirector del COE: Nosotros tenemos cámaras, un sistema de cámaras para nosotros poder verificar desde la zona tibia, la zona caliente, todo desde aquí hace una toma de decisiones. Lo que hacemos es que identificamos desde la zona tibia a la zona caliente.
Este es el caso de los parientes de Eridania Jorge, a quien la explosión sorprendió cuando compraba tela. Mientras, su esposo, Faustino Nivar, la esperaba afuera, por lo que fue ingresado en estado delicado en el Hospital Juan Pablo Pina. Mientras sus dos hijos de 12 y 3 años de edad, al igual que otros familiares, sufren la situación.
Leonardo Nivar, hermano y cuñado de afectados: “Es esperando nada más que estamos. Entero está quemado… No hay esperanza. Por eso estamos tristes”.
Una situación igual de dramática también enfrenta la familia de Mariela Rosario, de 22 años, empleada de una tienda de las inmediaciones.
Katty Rosario, tía de desaparecida: ”Ella trabajaba donde Toledo….al parecer la puerta se cerró con el impacto de la explosión”.
La tragedia también enluta a la familia de Francis Julián Mateo Encarnación, de 19 años, quien trabajaba como digitador de la veterinaria de la zona.
Inoel Vizcaíno, primo de desaparecido: Eso es algo que nos ha tocado duro, porque era un niño lleno de vida, trabajador.
