Los Golden State Warriors asustan en el Oeste. Con una rotunda victoria este lunes ante los Denver Nuggets (126-106), los de Steve Kerr no solo sumaron el 2-0 en la primera ronda sino que además mostraron un baloncesto espectacular con Stephen Curry, Jordan Poole y Klay Thompson.
Deslumbrantes por momentos, estos Warriors recordaron, sobre todo en el segundo y el tercer cuarto, a aquel equipo irresistible que ganó tres anillos entre 2015 y 2018 dejando con la boca abierta a toda la NBA.
Todavía queda mucho para saber si este conjunto será heredero de aquel equipo legendario, pero hoy dieron pinceladas brillantes de juego colectivo, fantástica circulación de balón, precisión desde el perímetro, enorme derroche de energía e intensa defensiva con Draymond Green al frente.
Curry, que llegó a los ‘playoffs’ lesionado y que en su regreso en el primer partido de la eliminatoria sumó 16 puntos, se desató en este segundo encuentro con 34 puntos (12 de 17 en tiros en solo 23 minutos saliendo desde el banquillo) y dio la sensación de que ya está al cien por cien (diferencial de +32 para él).
Además, Poole volvió a maravillar con 29 puntos y 8 asistencias (había logrado 30 puntos en el primer partido) y Thompson aportó 21 puntos.
Los Warriors metieron el 54,8 % de sus tiros y sacaron tajada de las 16 pérdidas de balón de unos Nuggets que ofrecieron muestras de frustración e impotencia.
La más evidente fue la expulsión en el último cuarto por doble técnica de Nikola Jokic, que sumó 26 puntos, 11 rebotes y 4 asistencias pero que discutió constantemente con los árbitros.
Además, DeMarcus Cousins y Will Barton se encararon en el tercer parcial durante un tiempo muerto.
Facundo Campazzo y Juan Toscano-Anderson solo jugaron cuando el partido estaba ya decidido: el argentino consiguió 2 rebotes y una asistencia para los Nuggets mientras que el mexicano-estadounidense sumó 3 puntos, un rebote, una asistencia y un robo en los Warriors.
EL SHOW DE LOS WARRIORS
Jokic golpeó en el inicio con 12 puntos en un primer cuarto que acabó siendo de lo mejor de los Nuggets esta noche.
Sin mucha puntería en el tiro exterior, los Warriors se fueron por detrás al segundo parcial (25-26) aunque Curry ya dejó entrever señales de que se encontraba cómodo en la cancha.
Los Nuggets no solo no bajaron el nivel con Jokic en el banquillo sino que lograron entonces su mayor ventaja de la noche (31-43 a falta de 7.25 para el descanso) con una segunda unidad en la que dieron un paso al frente Cousins, Green y Morris.
Ahí se acabaron las sonrisas para los de Denver.
Con un incontestable parcial de 26-8 antes de acabar la primera mitad (57-51), los Warriors regalaron un espléndido recital de la mano de un Curry que encadenaba triples fantásticos con penetraciones que parecían imposibles.
La fiesta para los locales continuó tras el paso por los vestuarios.
Curry y Poole se turnaban para sumar triples con tiro adicional, Thompson seguía sumando sin prisa pero sin pausa, Green y Wiggins se apuntaban al baile encantados de la vida y los Nuggets se desesperaban ante una defensa de los Warriors que les frenaba de manera constante.
Las estadísticas reflejaron con claridad el show con el que los Warriors reventaron el partido en ese tercer cuarto: 44 puntos con 14 de 21 en tiros, 7 de 11 en triples y ni una sola pérdida de balón.
Con poca cosa ya que decidirse (101-81), Jokic remató la noche negra de los Nuggets con su expulsión en un último cuarto sin historia.
La serie viaja ahora a Denver (EE.UU).), donde el jueves se jugará el tercer partido y el domingo se disputara el cuarto.