Los concursos infantiles de belleza tienen un significativo nivel de popularidad y aceptación en países como Estados Unidos y Reino Unido. Sin embargo, pueden surgir severos cuestionamientos sobre estos, ya que se consideran una forma de abuso y explotación de niñas, que muestran actitudes que nada tienen que ver con la etapa de la niñez.
La República Dominicana no es un país ajeno a esta realidad. N Investiga conversó con diferentes especialistas y con la madre de una participante de estos concursos, en aras de analizar cuáles son los riesgos y las consecuencias de los referidos certámenes.
Lourdes Contreras, coordinadora del Foro Feminista sostuvo que esta es, en definitiva, una forma más de violencia, de manera específica contra las mujeres y contra las niñas.
Agregó que, los concursos representan un entramado social de carácter mercantil y la mercantilización de los cuerpos de las niñas y de las mujeres en sentido general, es fatal para las relaciones sociales buenas, adecuadas y organizadas.
En tanto que, la exreina de belleza y comunicadora dominicana, Mariasela Álvarez, declaró que las niñas no tienen la capacidad para asimilar todo lo que envuelve el mundo de los adultos y en muchas ocasiones son llevadas por los padres de manera forzada.
”Me causa mucha preocupación, esto… precisamente es hipersexualización de las niñas”, añadió.
Álvarez, también indicó que las menores, incluso pueden caer en inexorables trastornos alimenticios como la bulimia o la anorexia.
La terapeuta familiar, Lorraine Isa señaló que este mundo podría traer secuelas a las infantes, tales como vacíos existenciales relacionados a la depresión, trastornos de ansiedad y la exposición a relaciones sexuales precoces en el futuro, ya que están siendo objetos sexualizados.
Cecilia Díaz, madre de Yovanna Lucero Morales, una preadolescente de 12 años, que desde los 10 años ha incursionado en este mundo y está inmersa en los preparativos para participar en su primer certamen “Miss Golden Rose 2023”, cuya coronación será el 13 de diciembre del corriente, opina con otra perspectiva.
”Eso viene de antaño, o sea, la mamá. Yo en mi infancia quise ser modelo bailarina. Cuando existía el anuncio aquel, y dile a tu mamá que tú quieres ser una chica Barbizon”, destacó Díaz.
Por otro lado, Jaileen González, quien es directora de un concurso infantil de belleza, dice que los certámenes tienen una ventaja y es que las niñas crecen con inteligencia emocional, con autoestima y se vuelven más disciplinadas.
Esto, lo reafirma Yovanna Lucero Morales, alegando que el modelaje le ha dado un autoestima muy grande y que siempre se ha sentido muy protegida en ese ámbito.
En la República Dominicana se plantea la necesidad de que se adopten medidas para proteger los derechos de estas niñas y adolescentes.
Anyoli Sanabria López, representante adjunta UNICEF expresó que es una lucha en donde tienen que entrar todas las fuerzas de la sociedad, empezando por el Estado, que es el garante principal de que tengamos un marco legal que sea apropiado, en donde estas situaciones pueden ser muy específicamente normadas, porque lo que a veces ocurre es que hay espacios vacíos donde es posible que situaciones de este tipo queden sin ser investigadas.
El 65 % de las adolescentes dominicanas entre 15 y 17 años de edad encuestadas en la Encuesta Experimental sobre la Situación de las Mujeres ha sufrido violencia sexual en algún momento de su vida.