“Tengo tanta rabia e impotencia”: Adriana Green aún espera su premio The Voice Dominicana

Santo Domingo, RD.- Adriana Green pasó de vivir uno de sus grandes sueños luego de ganar aquella noche del 23 de octubre del pasado año la gala final de la segunda temporada en The Voice Dominicana, a vivir un calvario que parece no tener fin, debido a que aún espera recibir el premio prometido por los ejecutivos del reality.

“Ustedes no se imaginan los sacrificios que yo hice (…), yo tenía que viajar, si eran cinco días, los cincos días, y yo era la primera que llegaba, yo sabía salir a las 4 de la mañana de La Romana”, expresó entre lágrimas la dama.

Tras el triunfo en el reality, la participante tenía que recibir un trofeo de un 1 millón de pesos, un contrato musical con la disquera Universal Music, además de diversos premios de los patrocinadores.

“Porque hacen eso, porque juegan con uno, porque hay ese deseo de lucrar solamente sin pensar en los sentimientos de uno, tengo tanta rabia e impotencia”, manifestó al ser entrevistada en el programa “Esto no es Radio”.

Dijo que después de ganar el show no era recibida en programas. “Hubo programas que le dijeron a mi manejador yo no la quiero aquí porque The Voice me debe”, manifestó.

Recientemente, mediante un comunicado de prensa distintos colaboradores de la segunda temporada de The Voice Dominicana, denunciaron que, además de los coaches, técnicos y profesionales de diversas áreas también se han visto afectados por la falta de pago y “las continuas excusas” por parte de Ariel Nina.

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Técnicos, proveedores y profesionales de diversas áreas tampoco han sido pagados por The Voice Dominicana

Afirmaron que la revelación de la deuda con los coaches, hosts y la productora general, ha sido contundente para sacar a la luz todo lo qué pasó en The Voice Dominicana, y es posible que ayude a solventar de manera positiva para ellos.

Sin embargo, lamentaron que para los técnicos, maquillistas, empresas de catering, entre otros, será más difícil, debido a que por no ser figuras su trato ha sido muy distinto y con menos tacto por parte de los ejecutivos.