Ante la crisis política, económica y religiosa que alberga Nicaragua donde obispos y otras figuras han sido atropellados por el régimen del presidente Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, se han levantado voces de rechazo en el mundo, incluida cónclaves mundiales.
Contra la represión nicaragüense se han pronunciado la Organización de las Naciones Unidas, la Organización de Estados, el Papa Francisco y varias naciones.
La Iglesia Católica en República Dominicana y otros países han expresado rechazo ante tal represión.
En lo que va de año, el Gobierno nicaragüense ha expulsado del país al nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag, llevado a prisión a tres sacerdotes, cerró ocho radioemisoras católicas y sacado de la programación de la televisión por suscripción a tres canales católicos.
También, ha ingresado por la fuerza y allanado una parroquia y expulsado a 16 monjas misioneras de la orden Madre Teresa de Calcuta.
PAPA FRANCISCO
El obispo de Roma expresó su preocupación y dolor por la situación en Nicaragua y pidió el pasado domingo “un diálogo abierto y sincero” para que “se puedan encontrar la bases para una convivencia respetuosa y pacífica”.
En un llamamiento al final del rezo del ángelus en la Plaza de San Pedro el papa Francisco no hizo referencia al arresto este viernes del obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, por parte de agentes policiales.
“Sigo con cercanía con preocupación y dolor la situación que se ha creado en Nicaragua que afecta a personas e instituciones, quisiera expresar mi convicción y mi deseo de que por medio de un diálogo abierto y sincero se pueden encontrar la bases para una convivencia respetuosa y pacífica”, dijo el papa, que hasta hoy no había hablado de la situación en Nicaragua.
CONFERENCIA DEL EPISCOPADO DOMINICANO
Los obispos dominicano externó su preocupación por los “graves y dolorosos” acontecimientos que están atravesando los creyentes católicos de Nicaragua.
A través de una comunicación enviada al presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, monseñor Carlos Enrique Herrera Gutiérrez, sostuvieron que se unen a las voces de tantos “hermanos obispos” de otras naciones y a la opinión pública internacional para manifestar su solidaridad con los católicos nicaragüenses.
En el comunicado señalan que las amenazas y arrestos, la violencia y las vejaciones contra pastores y laicos del pueblo nicaragüense les duele profundamente, al igual que profanaciones y destrucciones de objetos y lugares sagrados.
SENADO DE RD
El vocero del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en el Senado, Yvan Lorenzo, se sumó hoy a la preocupación expresada por la Iglesia Católica, ante el arresto por el gobierno de Nicaragua del obispo Rolando Álvarez Lago y expuso que frente al deterioro creciente de las libertades públicas en Nicaragua, así como la persecución desatada en contra de religiosos, se hace necesaria una condena a esas acciones.
En tanto indicó que dada la gravedad de los acontecimientos citados, solicitará mediante resolución que el Senado de la República respalde la preocupación de la Conferencia del Episcopado Dominicano.
LA ONG SAVE DEMOCRACY
De su lado, La ONG Save Democracy emitió un comunicado en el que destacaron que “En Nicaragua la separación entre poderes ha sido borrada, no existe la libertad de expresión, y la opinión y el disenso se encuentran absolutamente criminalizados”, en especial tras el arresto del obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, por parte de agentes policiales.
“Hacemos un llamado a la comunidad democrática internacional, al Papa Francisco y, de manera solidaria, a todas las iglesias para que a través de su intervención se establezca una mesa de diálogo que conduzca a la liberación de los cientos de presos políticos, que culmine con los procedimientos ilegales y abusivos como las detenciones arbitrarias e injustamente prolongadas, y para que se ponga fin a toda violación de derechos humanos”, indicó la organización.
OEA
En ese orden, ante la nueva arremetida de la dictadura nicaragüense liderada por Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la iglesia católica y las organizaciones de derechos humanos, la Organización de Estados Americanos convocó un consejo permanente para abordar la crisis sociopolítica que se vive en Nicaragua.
27 países condenaron por medio de una resolución el cierre masivo de ONG´s, así como el hostigamiento y restricciones a organizaciones religiosas y voces críticas al régimen.
El Salvador, Honduras, México y Bolivia fueron los 4 países que se abstuvieron y solamente San Vicente y Granadinas voto en contra. Mientras que dos países no estuvieron presentes, Nicaragua y Colombia que sorprendió por su ausencia.
Situación que se habría justificado, según Luis Ernesto Vargas, quien fue designado como embajador de Colombia ante la OEA, porque aún no ha sido oficializado en su cargo.
CONFERENCIA EPISCOPAL PERUANA
Por su parte, los obispos de Perú también reafirmaron su apoyo y solidaridad con Nicaragua y su iglesia.
ONU
De su lado, el secretario general de la ONU, António Guterres, se declaró el pasado viernes “muy preocupado” por la redada llevada a cabo por las autoridades de Nicaragua contra la sede episcopal y las recientes acciones contra la Iglesia católica y organizaciones civiles y exigió al Gobierno la liberación de todas las personas detenidas de forma arbitraria.
A través de un portavoz, Guterres reiteró su llamamiento al Ejecutivo de Daniel Ortega para que garantice “la protección de los derechos humanos de todos los ciudadanos, particularmente los derechos universales de asamblea pacífica, libertad de asociación, pensamiento, conciencia y religión”.
ANTECEDENTES
Agentes de Policía ingresaron a la fuerza en la sede episcopal y arrestaron al obispo Rolando Álvarez, un crítico del Gobierno de Ortega, y a siete de sus colaboradores, quienes se encontraban recluidos y retenidos desde el pasado 4 de agosto.
Álvarez, de 55 años, es acusado por la Policía Nacional de intentar “organizar grupos violentos”, supuestamente “con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales”, aunque de momento no han ofrecido pruebas.
La detención de Álvarez es el roce más reciente en una historia de fricciones entre la Iglesia católica nicaragüense y los sandinistas encabezados por el presidente Ortega.
En su mensaje en nombre del secretario general de la ONU, Haq volvió a pedir hoy “la liberación de todas las personas detenidas de forma arbitraria”.
Naciones Unidas, sobre todo a través de la alta comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha denunciado repetidamente la represión contra la sociedad civil en Nicaragua desde que en 2018 se inició la crisis política que vive el país.
Dicha crisis se acentuó tras las controvertidas elecciones de noviembre pasado en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión.
La relación entre religiosos y revolucionarios, antes de que estos tomaran el poder por las armas en julio de 1979, está salpicada de momentos históricos que sacudieron a esa nación y en los que siempre la lglesia católica emergió como la mediadora de conflictos para liberar guerrilleros encarcelados.
El clero católico de Nicaragua denunciaba entonces las violaciones a los derechos humanos más elementales, al tiempo que reclamaba respetar las libertades civiles y políticas y exigía a la dictadura de Anastasio Somoza Debayle que convocara a procesos electorales libres e independientes.
