Águeda Solano.- El desplome de una pared en el paso a desnivel de la avenida 27 de Febrero con Máximo Gómez marcó a familias dominicanas, haitianas y puertorriqueñas, quienes hoy están unidas por la irreparable pérdida de sus seres queridos en una circunstancia que evidencian la falta de prevención.
La tarde del sábado 18 de noviembre el cirujano urólogo dominicano Eduardo Cabrera Castillo, regresaba del Aeropuerto Internacional Las Américas (AILA) con su mejor amigo, el comerciante dominicano radicado en Puerto Rico, Ramón Martínez, su esposa, Awilda Martínez, su hija, María Nereyda Martínez y el esposo de ella, Maykoll Orozco, cuando la pared del desnivel de la avenida Máximo Gómez con 27 febrero colapsó por las fuertes lluvias, arrebatándoles la vida.
Ramón y Awilda vinieron a República Dominicana a celebrar su aniversario de boda. El día de la tragedia, junto a su amigo fueron al AILA a buscar a María y Maykoll, quienes tenían previsto conocer el sexo de su bebé en este país.
Sus familiares narraron al programa N Investiga que cuando se enteraron de la muerte de la pareja de esposos y del doctor y decidieron comprar un vuelo para RD, y no es hasta estar en tierra dominicana cuando recibieron la noticia de que la joven embarazada y su esposo también habían fallecido. Afirmaron, se les derrumbó el mundo.
Con voz entrecortada, los seres queridos de la familia fallecida los describieron ante las cámaras de N Investiga como personas de fe, llenas de energía y saludables.
Tres hijos de Awilda y Ramón expresaron que no tienen intención de demandar al Estado dominicano por el trágico suceso, por entender que nada les va a devolver a sus padres, hermana y cuñado.
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Las Colinas de Baní, marcada por el desplome de la pared
El derrumbe también llevó el luto a Las Colinas de Baní; fallecieron dos haitianos, Bonheur Dorvilien y Nancy Joseph, a quienes el colapso de la pared también los sorprendió cuando regresaban junto a María Reyes y Wilson Santana (sobrevivientes) del AILA, donde habían dejado a un familiar.
Evidentemente afectada, María Reyes conversó con N Investiga; relató cómo ella y Santana, su cuñado lograron sobrevivir esa fatídica tarde.
“Sentí cuando me di algo en la cabeza. Cuando miré el lado, la cabeza del compadre estaba abajo de la pared con el lado del carro…no vi la cabeza de Nancy tampoco. Nada más yo vi el cuñado mío. Estaba luchando con la puerta adelante para poder salir” dijo, afirmando que para ella poder salir con vida fue un milagro de Dios.
“Dije ven, ayúdame a sacar, porque el cuñado mío se quería como meterse. Y yo vi el otro pedazo que estaba por caerse ya la pared. La gente no tiene amor a nadie, ya el amor del mundo no hay”, cabizbaja, Reyes expresó estas palabras, a la vez de afirmar que las personas a su alrededor solo miraban y tomaban imágenes, sin extenderles a ella y su cuñado una mano solidaria para tratar de salvar a su compadre y a su concuñada.
Reyes responsabilizó al Gobierno del desplome de la pared en el paso a desnivel, que, además de quitarle a dos parientes, le dejó secuelas emocionales y físicas.
Cuatro niños en la orfandad y una mujer embarazada
Bonheur Dorvilien dejó cuatro niños en la orfandad y a su esposa embarazada, quien solicita que le entreguen la cartera de su esposo, porque ahí tenía documentos importantes.
“Dios que sabe cómo yo voy a salir en esta situación, porque los cuartos se perdió, los papeles de él y los míos. Yo no haría nada de eso. Yo no sé la persona que tiene esa cartera”, expresó Baby Love Dorvilien, esposa del fallecido, apelando a la solidaridad de quien haya encontrado las pertenencias de su pareja.
Noviembre 2022 y 2023; un mes, dos tragedias y un mensaje
Un año después de aquel aguacero del 4 de noviembre de 2022 que dejó 9 personas fallecidas y daños materiales por 1,000 millones de pesos, según la Cámara Dominicana de Aseguradores y Reaseguradores, viene este disturbio, que pese a ser anunciado por las autoridades con antelación, causó un total de 30 muertes que nueva vez ponen en evidencia las carencias del país; solo en el sistema de drenaje pluvial sino la falta de mantenimiento y las debilidades en la construcciones de las infraestructuras viales como puentes, calles y pasos a desnivel.
Resta esperar los resultados de la comisión técnica designada por el Gobierno para evaluar, en un periodo de 6 meses, todas las infraestructuras y sus riesgos, que se implementen las medidas correctivas y preventivas de lugar para que noviembre de 2024 no traiga consigo más pérdidas humanas y materiales.
