La reina Rania de Jordania hizo la pasada noche un llamamiento a un alto el fuego en Gaza para atender a los 2,3 millones de civiles que ahora sufren los ataques de Israel, que buscan acabar con Hamás, y afirmó que quienes se oponen a una tregua de esta naturaleza están “respaldando y justificando la muerte de miles de civiles”.
En una entrevista en profundidad con Becky Anderson, de la cadena norteamericana CNN, la reina respondió al rechazo del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, a un alto el fuego mientras estaba en Ammán de visita. Después de reunirse con líderes árabes el sábado, Blinken dijo que un alto el fuego en Gaza sólo permitiría más ataques de Hamás, su reorganización y su recuperación de fuerzas .
Rania no lo ve así y por eso dijo: “Tiene que haber un llamamiento colectivo a un alto el fuego y sé que algunos que están en contra de un alto el fuego sostienen que ayudará a Hamás. Sin embargo, con ese argumento están inherentemente descartando la muerte y, de hecho, respaldando y justificando la muerte de miles de civiles. Esto es simplemente moralmente reprobable, miope y no del todo racional”.
!Si [Israel] logra eliminar a todo Hamás, la causa fundamental de este conflicto será su ocupación ilegal, sus abusos rutinarios contra los derechos humanos, sus asentamientos ilegales y su desprecio por las resoluciones de la ONU y el derecho internacional. Si no abordamos las causas fundamentales, se puede matar al combatiente pero no se puede matar la causa”, abundó, tocando los principales problemas de base del conflicto palestino-israelí, arrastrados desde hace 75 años.
La reina Rania denunció, a su vez, la “catastrófica situación humanitaria” en Gaza y preguntó: “¿Cuántas personas más tienen que morir antes de que despierte nuestra conciencia global? ¿O estará eternamente dormida en lo que respecta a los palestinos?”. Recordó que prácticamente la mitad de los 10.000 muertos palestinos que se han acumulado en este mes son menores de edad. “Estos no son sólo números. Cada uno de estos niños era el todo de alguien”, dijo. Y añadió: “En Gaza existe un acrónimo, WCNSF: Niño herido sin familia sobreviviente. Ese es un acrónimo que nunca debería existir, pero sí existe en Gaza”.
La monarca no eludió preguntas, como cuando la CNN aludió a las afirmaciones de Israel de que Hamás se estaba utilizando a civiles como escudos humanos. Si bien el uso de escudos humanos es “criminal” según el derecho internacional, Israel tiene la responsabilidad de evitar muertes de civiles, defiende. “Antes de disparar cualquier bala, antes de lanzar cualquier bomba, es responsabilidad de la nación sopesar el riesgo para la vida civil. Y si ese riesgo es desproporcionado con respecto al objetivo militar, entonces se considera ilegal”, dijo.
Aunque muchas de las órdenes de evacuación de Israel se emiten en línea o por televisión, para Rania ni son suficientes ni se pueden cumplir. No hay electricidad, luego no llegan en muchas ocasiones, ni hay tampoco donde escapar. “Ellos no son el público objetivo; el resto del mundo lo es. Es el intento de Israel de intentar legitimar sus acciones”, afirmó, con una contundencia mayor que el resto de los líderes árabes en conjunto. “Cuando se pide a 1,1 millones de personas que abandonen sus hogares o corran el riesgo de morir, eso no es protección de los civiles. Eso es desplazamiento forzado”, ahondó.
“Las agencias de la ONU y otras ONG han dicho que no hay ningún lugar seguro en Gaza. E incluso las zonas en las que pidieron a la gente que buscara refugio –las llamadas ‘zonas seguras’- también han sido atacadas”, recordó.
En respuesta a una pregunta sobre la creciente intolerancia en Estados Unidos contra los judíos y los musulmanes, la monarca condenó “absolutamente y de todo corazón” tanto el antisemitismo como la islamofobia, añadiendo que los musulmanes deberían ser los primeros en condenar el antisemitismo, ya que la islamofobia es “la misma enfermedad”. “Hemos tenido una larga historia de coexistencia pacífica. Entonces no se trata de religión. Se trata de política”, concluyó.
Un referente
Rania, apellidada Al-Yassin de soltera, nació en Ciudad de Kuwait, hija de padres palestinos de Tulkarem, refugiados precisamente por la opresión de Israel. De los ocho millones de habitantes que residen en Jordania, se calcula que más de un tercio son refugiados palestinos, según el Movimiento por la Paz. Ella no es una más, sino que se convirtió en la reina más querida por su pueblo. Nunca ha dejado de lado su independencia y capacidad de opinión y, en esta crisis, está siendo de enorme ayuda a su esposo, Abdalá II. Lanza mensajes de una contundencia que ni él mismo se permite, con la legitimidad de quien no puede vivir en su tierra por el conflicto.
Ya el pasado 25 de octubre, también en la CNN pero con la periodista Christiane Amanpour, acusó a Occidente de ser “cómplice” del sufrimiento humano en la franja de Gaza, en medio de los constantes bombardeos israelíes, por su “doble rasero” al analizar las crisis mundiales. “¿Nos están diciendo que está mal matar a una familia, a una familia entera, a punta de pistola, pero que está bien bombardearlos hasta matarlos? Aquí hay un doble rasero evidente”, afirmó.
El 7 de octubre, cuando tuvo lugar el ataque por parte del brazo armado de Hamás, “el mundo apoyó a Israel, pero ahora solo vemos silencio” sobre lo que sucede en Gaza, declaró a la cadena estadounidense. “El silencio es ensordecedor (…) y hace que el mundo occidental sea cómplice” de las muertes en Gaza “a través del apoyo que le dan a Israel bajo la premisa de que solo se está defendiendo”, subrayó la reina. A su vez, lamentó que los gobiernos occidentales, incluyendo Estados Unidos, no hayan llamado a un alto al fuego en la región. “Muchos en el mundo árabe vemos que esto no es solo tolerar [la violencia] sino también apoyarla y facilitarla. Es profundamente decepcionante”, destacó Rania.
“Como madre, hemos visto a madres palestinas que tienen que escribir los nombres de sus hijos en sus manos, porque las posibilidades de que los maten a causa de los bombardeos y de que sus cuerpos se conviertan en cadáveres son muy altas”, añadió Rania. “Sólo quiero recordarle al mundo que las madres palestinas aman a sus hijos tanto como cualquier otra madre en el mundo”, señaló. Una frase que se convirtió en viral en el mundo árabe y que ha aparecido en pancartas contra la guerra en distintas ciudades de la región.
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