En medio de un complejo contexto internacional a causa de la pospandemia, el aumento de costo de fletes marítimos, la guerra de Rusia y Ucrania, entre otros, la inflación ha salpicado a la mayoría de los países de la región, incluido la República Dominicana, lo que ha provocado el aumento de la tasas de interés, por ende, el encarecimiento del dinero.
En el caso de la República Dominicana, el 2022 empezó con una tasa de interés de 4.50 puntos porcentuales y finalizará con un 8.50, para 550 puntos, en medio de advertencias de economistas de que estas subidas de la política monetaria ralentizarán la economía dominicana, lo que se evidencia en que el crecimiento económico, que apenas registró una moderación en el último trimestre del año.
El 2021 finalizó con un aumento de 3.50 a 4.50%, para un incremento de 100 puntos básicos en la política monetaria, momento en el que todavía no había iniciado la guerra entre los dos países, que inició el 24 de febrero.
Desde entonces, la tasa de interés ha aumentado de manera agresiva mes tras mes, en sintonía con países como Estados Unidos, que ha subido su tasa de interés al nivel más alto en los últimos 40 años. Aunque, desde octubre, la tasa se ha mantenido en 8.50 puntos porcentuales.
Según los registros que publica el Banco Central, la última vez que la tasa de política monetaria estuvo tan alta fue en enero de 2009, cuando se fijó en 8.50 %. Esta sería la tasa más alta en los últimos 13 años.
Economistas como Haivanjoe NG Cortiñas han señalado que el aumento en la política monetaria ha impactado, aunque en una menor intensidad, a la banca de la República Dominicana.
Cortiñas ha indicado que la diferencia mínima entre la política de tasa monetaria y la tasa ponderada del sistema financiero es lo que explica porque la inflación en la República Dominicana no ha bajado como lo previsto.
Mientras que el profesor Antonio Ciriaco, decano de la facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), ha expresado que estas medidas (aumentar la tasa de política monetaria), aunque sean necesarias, encarecen el crédito y el costo del dinero, lo que repercutirá en la inversión que se realiza en la República Dominicana.
El economista ha estimado que en la medida en que esta alza influya tanto en la tasa activa como en la pasiva, pero básicamente en la tasa activa, se encarece el crédito y el costo del dinero, las decisiones seguramente de inversión se ralentizarían y el consumo también.
Mantenimiento de la tasa de interés
Desde finales de octubre, el Banco Central ha mantenido en 8.50 la tasa de política monetaria, influido en que los precios de las materias primas, particularmente del petróleo, se han moderado durante el segundo semestre del año, al tiempo que se han reducido los costos globales del transporte de contenedores.
A nivel doméstico, dijo el Banco Central, la dinámica inflacionaria ha respondido en los meses recientes al programa de restricción monetaria y a las medidas implementadas por el Gobierno a través de subsidios a combustibles, energía y del apoyo a la producción agrícola, destacó el banco.
En ese contexto, la variación mensual del índice de precios al consumidor (IPC) fue de 0,47 % en noviembre, inferior al promedio mensual de los últimos 12 meses.
De esta forma, la inflación interanual se ha reducido en unos 206 puntos básicos, desde un máximo de 9,64 % en abril a 7,58 % en noviembre.
Asimismo, la inflación subyacente, que excluye los componentes más volátiles de la canasta como los combustibles, la tarifa eléctrica y algunos alimentos, ha disminuido de 7,29 % en mayo a 6,59 % en noviembre.
“Es importante destacar que la inflación subyacente es de los principales indicadores considerados para la toma de decisiones de los bancos centrales, ya que su comportamiento se asocia en mayor medida a las condiciones monetarias vigentes, que reflejan la efectividad de las políticas económicas adoptadas para contrarrestar las presiones inflacionarias”, afirmó la institución.
El Banco Central dijo que al incrementar en 550 puntos su tasa de política monetaria desde noviembre del año pasado, esto ha contribuido a que la tasa de interés interbancaria real, es decir, la diferencia entre la tasa interbancaria nominal y las expectativas de inflación, se encuentre más de cuatro puntos porcentuales por encima de su nivel neutral estimado.
Esta postura monetaria restrictiva está contribuyendo a “mitigar” las presiones de demanda interna, consistente con una inflación subyacente que se encuentra por debajo de la variación general de precios.