Estos nuevos enfrentamientos estallaron el 7 de julio entre las dos principales coaliciones de grupos armados, conocidas como “G-9 en famille et alliés” y “G-Pep”, y “una gran parte de la población sigue atrapada por las bandas” en Cité-Soleil, denuncia este informe que abarca el periodo del 7 al 14 de julio de 2022.
“Los enfrentamientos continúan y algunos informes sugieren un número de muertos mucho mayor, hasta 250 para los más alarmistas”, continúa la OCHA en este informe, que también da cuenta de numerosos casos de violación y más de cien casas destruidas e incendiadas.
Además, la población de ciertos barrios se ha visto privada de acceso al agua potable y a los alimentos desde el 8 de julio, señala el documento.
VIOLENCIA ENDÉMICA EN PUERTO PRÍNCIPE
En los últimos tres años, en un contexto de persistente crisis política y económica, las bandas armadas han extendido gradualmente su control sobre más de un tercio del área metropolitana de Puerto Príncipe, según la agencia de la ONU.
Alrededor de 1,5 millones de personas, casi el 50 % de la población de la capital, están directamente afectadas por la violencia y han visto restringida su libertad de movimientos y el acceso a los servicios básicos, mientras medio millón de niños están sin escolarizar debido a la inseguridad, según Unicef.
“El nivel de violencia y la frecuencia de los enfrentamientos entre bandas ha aumentado considerablemente en los últimos meses, alcanzando un primer pico durante los enfrentamientos en Croix-des-Bouquets, Tabarre y Cité Soleil a finales de abril de 2022, que se saldaron con más de 200 muertos, cientos de heridos y casi 17.000 desplazados”, según la OCHA.
MILES DE DESPLAZADOS
Estos enfrentamientos provocaron la huida de más de 2.500 personas durante el fin de semana pasado, aunque la mayor parte de la población de Cité Soleil, estimada en más de 277.000 personas, sigue atrapada bajo la presión de las bandas.
“Por el momento, los desplazados no se están reuniendo en nuevos lugares espontáneos por miedo a las represalias de las bandas y se están refugiando con sus familiares en otras comunas del área metropolitana de Puerto Príncipe o en otros departamentos”, dijo la OCHA.
Si la violencia sigue intensificándose, es probable que el número de desplazados aumente drásticamente y que las comunidades de acogida ya no puedan acogerlos, y se corre el riesgo de que aparezcan lugares espontáneos con condiciones de vida indignas, como en crisis anteriores, advierte la OCHA.
La población de Cité Soleil ya se encontraba entre las más vulnerables del área metropolitana, con índices críticos de desnutrición entre los niños menores de cinco años registrados en abril de 2022, antes de que comenzara la violencia.
“Cabe esperar que los niveles de desnutrición de esta población, ya de por sí vulnerable, empeoren si la violencia no cesa pronto y si no se restablece el acceso al agua potable, los alimentos y los servicios de atención”, apunta el documento.
El incremento de la violencia de las bandas ha dado lugar a movilizaciones ciudadanas en Puerto Príncipe y en las principales ciudades del país para exigir soluciones concretas a la crisis política, económica y de seguridad que atraviesa el país.