El exministro de las Fuerzas Armadas, general retirado José Miguel Soto Jiménez, planteó que a 61 años de la desaparición física de Rafael Leonidas Trujillo, sus prácticas siguen vigentes en la funcionalidad del Estado y en el accionar de diversos presidentes que ha tenido el país.
Por tal motivo, el escritor y presidente del Partido Quina República aboga por la necesidad de “de matar, otra vez, a Trujillo, en el inconsciente colectivo del dominicano”.
Soto Jiménez definió a Trujillo como un sastre que modificaba la Constitución para adecuarla como traje a su justa medida, y que esas prácticas las han hecho mandatarios que le han sucedido en el poder, en la era democrática, salvo algunas excepciones como las constituyentes de Juan Bosch, en 1963 y la de Joaquín Balaguer, en el 1966.
Estima es tarea de la democracia abolir esta permanencia práctica de los métodos de la tiranía, que la atribuye a que hubo una transición imperfecta dictadura-democracia, pasando de un Trujillo personal y único, a un trujillismo plural en la personalidad del Estado.
El exministro de las FFAA se mostró a favor de lo que denomina una “dictadura de las leyes”, donde se aplique a todos por igual, gobernados y gobernantes.
También considera imprescindible definir claramente el concepto de ciudadanía para los dominicanos, como forma de avanzar como sociedad.
Soto Jiménez consideró que a pesar de que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional fueron creaciones del régimen trujillista, fueron las instituciones que más rápido hicieron la transición, abandonando los métodos represivos y acercándose más al ciudadano.