El productor, cantante y líder de la Banda Gorda, José Virgilio Peña Suazo, afirmó que la disquera nunca revela al artista, compositor de un tema, cuanto realmente cobra a una empresa cinematográfica por el uso de una canción, en una película.
Dos temas del compositor y arreglista, oriundo de Cotuí, fueron usados en la película italiana “Grande Bellezza (La Gran Belleza), con la canción “Que no se acabe el mambo”, del 2013 y la estadounidense “The Hard Way” (Colegas a la Fuerza) a ritmo de “El milloncito”, en el 1991.
“Ellos nunca te dicen cuánto cobran, o sea: te dicen un número y te dan tu parte, pero no te enseñan pruebas; no te enseñan los papeles de cuánto fue que cobraron y es lo que ha pasado conmigo: que tengo varios temas en películas. Nunca supe lo que cobraron, porque no te enseñan los papeles de lo acordado, ni copia del cheque o la transferencia”, afirmó.
De acuerdo a Peña Suazo, los beneficios están supuestos a ser repartidos en un negocio 50% para el sello disquero y 50% para el compositor.
Reveló a N Digital que en el caso de la película “La Gran Belleza”, recibió un pago de dos mil 500 dólares de mano de la disquera y al encontrárselo muy poco, se reveló al día siguiente y entonces le dieron dos mil 500 dólares adicionales, para sumar cinco mil dólares, bajo el argumento que el pago total fue de 10 mil dólares.
“Supuestamente, los productores de la película dieron 10 mil dólares….dicen ellos, cosa que yo no creo”, indicó Peña Suazo.
Adelantó que está haciendo gestiones e indagatorias para que le faciliten todas las informaciones al respecto, pero proceder en consecuencia.
FALTA AL DERECHO MORAL. El multi premiado merenguero dominicano afirmó que otro inconveniente que genera la escogencia de un tema, es cuando se produce una falta al derecho moral.
Pone como ejemplo su tema: “Dios me tiene a mí lo mío”, imaginando que sea usado en una escena donde estén acribillando a un individuo a tiros:“Yo nunca estaría de acuerdo, porque no escribí ese tema para eso”.
Indicó que la mayoría de disqueros, cuando le piden un tema para una película, lo facilitan, muchas veces sin autorización del compositor.
Continuó diciendo: “Hay un derecho moral, o sea: ningún disquero puede facilitar un tema para una película sin la autorización previa del autor, porque le violaría un derecho. Entonces, la mayoría de los disqueros no te respetan eso”.