Buenos Aires.- El forense argentino Osvaldo Hugo Raffo, quien afirmó que al fiscal Alberto Nisman lo asesinaron, fue encontrado este lunes muerto de un balazo en la cabeza, informó la agencia estatal Telam.
El fiscal Nisman, encargado de investigar un atentado contra una mutual judía ocurrido en Buenos Aires en 1994 con un saldo de 85 muertos, fue hallado en su casa el 18 de enero de 2015, cuatro días después de haber denunciado a la entonces presidenta argentina, Cristina Fernández, y a varios de sus colaboradores por supuesto encubrimiento de los terroristas responsables del ataque.
El forense Raffo, que fue encontrado hoy con un balazo en la cabeza en la bañera de su casa con unas notas, es uno de los que mantuvo con mayor insistencia que la muerte de Nisman no había sido un suicidio, si no que se trataba de una asesinato.
“No soporto más los dolores que me aquejan. No se culpe a nadie de mi muerte. Dios me perdone”, se podía leer en uno de los escritos encontrados en un cuaderno en su casa de Buenos Aires con la palabra “juez” como destinatario.
Junto a esta se encontró otro escrito dedicado a su empleada que decía: “Silvia, no te asustes. No subas sola. Dios te guarde”.
El cuerpo de Raffo fue hallado acostado en la bañera, boca arriba, vestido con una bata negra y un pantalón corto, presentaba un disparo en la cabeza y tenía un revólver calibre 38 en su mano derecha.
El caso de Nisman sigue sin una resolución por parte de la Justicia, que no pudo esclarecer las causas del fallecimiento.
Pocos días antes de su muerte, Nisman había acusado públicamente a la entonces presidenta Cristina Fernández (2007-2015) de encubrir a los sospechosos iraníes del atentado por intereses geopolíticos y comerciales, pero en la víspera de sostener en el Congreso su polémica denuncia -sus críticos argumentan que era endeble y carecía de pruebas-, el fiscal fue encontrado muerto.
Las primeras pericias aseguraron que no habían actuado terceras personas, una conclusión que apuntaba hacia el suicidio, pero tras el cambio de juez -y de Gobierno- el caso dio un giro de 180 grados.
A finales de 2017, un nuevo análisis encabezado por la Gendarmería, una fuerza que no había participado en las primeras investigaciones, estableció que dos personas drogaron con ketamina, golpearon y asesinaron al fiscal, al tiempo que manipularon la escena para simular un suicidio.