Miami, 5 sep (EFE).- Cuatro personas, incluido un bebé de tres meses y su madre, murieron este domingo en un tiroteo en el condado de Polk, en el centro-oeste de Florida, cuando un exmarine de EE.UU. que dijo ser “un superviviente” disparó contra varias viviendas, informaron las autoridades.
El alguacil del condado Polk, Grady Judd, dijo en rueda de prensa que el sospechoso, que fue detenido tras resultar herido en la confrontación con las autoridades, estaba vestido con camuflaje, con un chaleco antibalas y dijo que había ido para un “tiroteo”.
Grady subrayó que hay “cero conexión entre el asesino y las víctimas” y que el agresor estaba bajo el efecto de metanfetaminas.
El ataque ocurrió en la madrugada del domingo cuando el sospechoso, identificado como Bryan Riley, de 33 años, disparó contra varias casas en una misma cuadra en la ciudad de Lakeland, detalló el alguacil.
En el hecho murieron una madre de 33 años y su bebé de tres meses mientras la tenía en sus brazos, y también resultó herida con múltiples disparos una niña de 11 años que está siendo tratada en el hospital Tampa General, según las autoridades.
En otro apartamento aledaño murió la abuela del bebé, de 66 años, detalló el alguacil, que dijo que “por si fuera poca maldad” mató a un perro también.
La oficina del alguacil recibió varias llamadas sobre un tirador activo alrededor de las 4.30 de la madrugada (8.30 GMT).
Los agentes del alguacil, la policía de Lakeland y unidades de élite de la policía estadounidense (SWAT) respondieron al área cerca de Fulton Greed Road, en Lakeland.
“Los agentes fueron atacados cuando llegaron cerca de una residencia”, explicó el alguacil Judd.
Detalló que dispararon unas 100 rondas entre los agentes y el sospechoso, que estuvo en Iraq y Afganistán y que trabajaba actualmente para una compañía de seguridad.
El sospechoso, que no tenía antecedentes criminales y se rindió tras recibir un disparo, fue llevado al Lakeland Regional Health Medical Center, donde trató de agarrar el arma de un policía.
Judd dijo que ocurrieron dos tiroteos separados “en poco tiempo” antes de que el sospechoso se rindiera.