Por Escarlin Pozo.- Todo estaba prácticamente colapsado. Aquellas casas de cuatro paredes estaban derrumbadas. Los enceres del hogar, el zinc y los blocks estaban por doquier. Nada servía. Allí ya no se podía dormir, mucho menos vivir dignamente.
En medio de este triste panorama, que deja a su paso el terremoto de magnitud 7.2, una familia, residente de Les Cayes, en Haití, se mantenía unida. La madre sostenía con su brazo izquierdo a la más pequeña y con la mano derecha, un plato de comida.
Los siete miembros de esta familia rodeaban el plato de alimento. Por el momento, su único sustento, en medio de aquella pérdida y de la aflicción que dejó aquel seísmo.
Este es uno de los tantos ambientes que desde ayer se observa en Haití. En esta ocasión, el lente del fotógrafo haitiano Joseph Odelyn lo capturó.
Mientras algunos están reunidos en familia, otros lloran la pérdida de un familiar, y otros, en medio del caos, tienen que esperar a que rescatistas, entre ellos voluntarios o miembros del cuerpo de bomberos, den con supervivientes o con el cuerpo de un familiar entre los escombros.
Según el último balance, dado a conocer este domingo por la Protección Civil de Haití, 724 personas han fallecido tras el sismo y otras 2,800 resultaron heridas.
Durante la mañana de este domingo, varios ciudadanos de Haití se aglomeraron en una de las esquinas de Les Cayes, una de las zonas más afectadas, para abastecerse de agua. Un recurso básico que les servirá de mucho en medio de la crisis que se agudiza en su país.
Una ayuda desde República Dominicana
Luego de ser azotados por el seísmo de este sábado, cuyo epicentro estuvo a una profundidad de 10 kilómetros, República Dominicana envió ayuda al vecino país, al igual que otras naciones del mundo.
Este domingo recibieron medicamentos, alimentos e insumos médicos.
Dentro del listado de medicamentos se encuentran antivirales, analgésicos, vitaminas, mucolíticos y acetaminofen.
También se envió mascarillas y gel de manos para proteger a la población del contagio por Covid-19.