Chile registró este domingo por primera vez en la pandemia una tasa nacional de positividad inferior al 3 % (2,5 %), mientras se prepara para avanzar el lunes en el plan de desconfinamiento y apertura de las actividades económicas.
“Es la más baja de la pandemia y con una cantidad importantísima de exámenes. Además, hoy día, la ocupación de camas en unidades de tratamiento intensivo ha bajado al 88 %”, dijo el ministro chileno de Salud, Enrique Paris.
La positividad nacional lleva dos semanas por debajo del 5 %, el umbral que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS) para dar por controlada la pandemia.
Las autoridades sanitarias informaron además de que en las últimas 24 horas se detectaron 1.419 nuevos casos de covid-19 y 111 muertes, lo que deja el balance total en 1,59 millones de infectados y 34.514 decesos.
También descendió hasta 2.025 el número de pacientes hospitalizadas en cuidados intensivos y a 12.671 los casos activos, es decir, las personas que puedan contagiar actualmente el virus.
“Esto no significa que debamos bajar los brazos, son noticias buenas para Chile para quienes se han esforzado y para nuestros funcionarios. Sin embargo, debemos seguir usando mascarilla, lavado de manos, distanciamiento físico y ventilación”, aseguró Paris.
Dada la favorable situación epidemiológica, desde el pasado jueves el país encara la pandemia con medidas menos estrictas y mayores ventajas para los vacunados, que pueden acceder a gimnasios, teatros, cines y centros de adultos mayores.
En la zona metropolitana de Santiago, donde viven 8 de los 19 millones de habitantes del país y durante meses el epicentro de la pandemia, se levantará a partir de la próxima semana la cuarentena que rige desde hace meses durante los fines de semana.
Chile ha desplegado uno de los procesos de vacunación contra la covid-19 más exitosos del mundo, que a día de hoy alcanza a más del 84 % de la población objetivo con una dosis y a casi el 75 % con dos inyecciones, la mayor parte con Coronavac, y en menor medida con Pfizer, AstraZeneca y Cansino.
El país, que mantiene el toque de queda y las fronteras cerradas hasta el 25 de julio, estudia aplicar una tercera dosis con el objetivo de evitar rebrotes, especialmente tras la llegada de la variante delta, de la que ya se confirmaron casi una veintena de casos en Chile en la última semana.
EFE.