Con los climas cálidos llegan las ganas de disfrutar del aire libre y del sol, y por supuesto de un chapuzón en el mar o en la alberca. Un tiempo limitado en estas maravillosas circunstancias no tiene por qué representar una amenaza para nuestro cabello, pero cuando nos exponemos a largas horas a la intemperie y por varios días el cabello se va a alterar con toda seguridad.
Allí no será raro que, al cabo de unos cuantos días de sol, playa y cloro, sintamos el cabello como una escoba, reseco, inmanejable y opaco. Pero todo tiene solución, la cual comienza con la prevención.
La experta en cuidado capilar y docente Dana Yegres explica que el cabello está protegido por una capa de lípidos que lo mantienen sellado. “Cada fibra está protegida con esta cutícula, que son como con escamas que están pegadas las unas a las otras como unas tejitas del techo de una casa. Esas escamas están adheridas por lípidos y el calor y los rayos UVA y UVB dilatan esas capas, se va abriendo esa cutícula porque se pierden esos oligoelementos y se despegan las escamas, con lo cual la parte interna del cabello queda expuesta y allí es cuando comienza a cambiar su textura, se torna áspero, opaco y no tiene caída natural. En ese momento, el cabello perdió lo más importante: agua”.
Si el cabello además ha sido decolorado, o ha sufrido del uso abusivo de herramientas térmicas, como secadores, planchas o rizadores, es aún más sensible a los daños que pueden ocasionar estas horas de exposición solar y cloro, agrega Yegres.
Cómo lograr un escudo capilar
Yegres afirma que lo primordial es, en primer lugar, tratar siempre nuestro cabello con productos específicos para el tipo de cabello, pero además, en este caso, es fundamental usar cosméticos que aporten los nutrientes necesarios para tratar de mantener esa cutícula lo más sellada posible.
Igual de fundamentales serán los productos que filtren los rayos UVA y UVB para mantener la capa protectora siempre cubierta. “Esto protege no solo las fibras sino también esa área que obviamos frecuentemente: el cuero cabelludo. Normalmente nos preocupamos por proteger la fibra capilar y dejamos de lado la piel que, expuesta al sol, se puede ver muy afectada. Los rayos solares barren la capa hidrolipídica de la piel y, por supuesto, alteran el proceso natural de regeneración. El cuero cabelludo sin protección se irrita, arde, posteriormente presenta comezón y se descama, con lo cual los protectores solares son imprescindibles”.
Yegres recuerda que para cubrir estas necesidades, podemos encontrar en el mercado una amplia gama de productos en distintas presentaciones como sprays, bálsamos, lociones sin enjuague y más. “Para mí, si hay productos que combinan muy bien lo natural con lo cosmético, son los que contienen aceite de coco o aceite de girasol. Estos son grandes hidratantes y protectores que protegen la parte cuticular para cuidar la queratina del cabello que se ve muy afectada con la oxidación que producen el sol y los radicales libres”.
A tener en cuenta en casa
Ya estamos entregados al disfrute del sol y el agua, ¡perfecto! Pero recuerda seguir algunas normas sencillas y muy básicas para cuidar el cabello durante estos días: reduce el número de lavadas con champúes intensivos y enjuaga con abundante agua limpia y fría; usa el peine con cuidado en el cabello húmedo sin jalar; evita a toda costa el uso de herramientas térmicas, deja tu cabello secar al aire libre y aplica gotas de aceites hidratantes.
Además del aceite de coco, son muy adecuados los aceites de argán, que es rico en antioxidantes y ayuda a prevenir los daños; y de almendras, abundante en vitamina E, que brinda fortaleza cada fibra. En todos los casos puedes usarlos frotando unas cuantas gotas entre tus dos manos y aplicando entre medios y puntas.
Adicionalmente, el aguacate es un célebre acompañante de las mascarillas caseras con cualquiera de estos aceites, e incluso el de oliva. Simplemente se tritura la fruta con unas gotas de aceite y se aplica dejando actuar durante 15 minutos. Luego se lava como se acostumbra.
Reparando daños
Una terapia de cuidado posvacacional muy reconocida es el agua de arroz. Según la web especializada Healthline, el arroz contiene inositol, ingrediente activo que ayuda a reparar el cabello de adentro hacia afuera.
En principio se trata de usar el agua en la que se cocinó el arroz, refrigerarla durante un día y usarla fría como enjuague luego de lavar el cabello como se acostumbra. Pero además la web propone una mascarilla preparada con el arroz cocido, licuado con media taza de leche de coco y una cucharada de aceite de coco. Se aplica de raíces a puntas, se deja actuar durante 15 minutos y se enjuaga con el agua de arroz fría.
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