El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, ha asegurado este domingo que no tiene intención de reinstaurar la pena de muerte, prohibida en el país en tiempo de paz, tal y como llegó a asegurar una información del diario ‘O Globo’.
En esta noticia, el medio asegura que el hijo del próximo mandatario y diputado por Sao Paulo, Eduardo Bolsonaro, planteaba presentar una iniciativa de enmienda constitucional para introducir “excepciones” que permitieran aplicar el máximo castigo sin necesidad de un conflicto armado. Según el diputado, esta “excepción” podría aplicarse a “delitos especialmente atroces”, siempre y cuando el pueblo diera su beneplácito en plebiscito. “Si el pueblo la aprueba, es ley”, le cita el diario brasileño.
En respuesta, y a través de su cuenta de Twitter, Bolsonaro se ha mostrado tajante al recordar que la propia Constitución del país prohíbe la aplicación de esta medida en tiempos de paz, tal y como se estipuló en 1988. La última ejecución de este tipo en Brasil ocurrió en 1861.
“Es una cláusula constitucional tallada en piedra y que no ha sido parte de mi campaña”, ha publicado Bolsonaro. “Quiero dar el asunto por zanjado antes de que se convierta en el tema del día”, ha añadido.