Decenas de Gobiernos en el mundo ya no aguantan el aislamiento económico y social impuesto por la pandemia del COVID 19 y comienzan a ceder, anunciando la reapertura parcial de sus economías y el levantamiento de la cuarentena.
Pese a la grave crisis, ola de muertes y contagio de la enfermedad, muchos países han optado por aliviar las medidas de confinamiento de manera gradual y permitir así a sus ciudadanos volver a sus labores cotidianas.
Si bien es cierto que esta situación ha traído como consecuencia un desequilibrio económico ya que se ha reducido drásticamente la producción, el consumo y el turismo en la mayoría de las naciones afectadas, los casos siguen en aumento a nivel mundial.
Perú, es uno de los países en América Latina con más casos positivos de Coronavirus y aún así, su presidente, Martín Vizcarra anunció que la cuarentena terminará el 24 de mayo, aunque los ciudadanos permanecerán bajo un toque de queda nocturno y se vigilarán los distanciamientos sociales en los mercados, otros negocios y el transporte público.
Las industrias más importantes de ese país, como la minería, la pesca y la construcción, han comenzado ya a operar con ciertas restricciones.
En Ecuador, a pesar del creciente número de casos de coronavirus y problemas para enterrar a los fallecidos, el gobierno ecuatoriano comenzó a implementar un sistema de “semáforo regional” que permitirá la reactivación de la economía de manera ordenada y progresiva.
El Gobierno de Chile decidió levantar la cuarentena, aunque esta semana decretó un confinamiento obligatorio en todo Santiago tras un aumento en 60 % de nuevos casos de coronavirus en ese estado.
En España, alrededor de 300 mil empleados no esenciales volvieron a sus puestos de trabajo, desde mediados de abril, en la región de Madrid.
El 13 de abril entró en vigor el levantamiento parcial de las restricciones, por lo cual a los trabajadores que no pueden desempeñar sus trabajos desde casa, como quienes trabajan en construcción les está permitido regresar al trabajo. Sin embargo, tiendas, bares y restaurantes y otras empresas consideradas no esenciales permanecen cerradas.
En Italia, desde el pasado cuatro de mayo el país inició la salida progresiva del confinamiento, el Gobierno autorizó la reapertura de varios sectores productivos, así como los desplazamientos de personas entre regiones para quienes quieran regresar a sus residencias en otras áreas de la península.
En Francia, desde lunes pasado se levantó el confinamiento, los padres volvieron a acompañar a sus hijos a las escuelas mientras algunas tiendas abrieron sus puertas a los compradores. Los autobuses y los servicios de metro retornaron a su funcionamiento.
Otra de las naciones europeas que ha disminuido la rigidez en las medidas de seguridad para evitar la propagación del coronavirus, desde el 20 de abril de este año, es Alemania.
Siendo este país el séptimo con más muertes a causa del virus, el Gobierno ha permitido la apertura de negocios considerados como ‘no esenciales’, con la obligación de garantizar el distanciamiento físico entre clientes y el cumplimiento de las medidas higiénicas más estrictas.
En Australia, desde el primero de mayo abrieron todas las tiendas, centros comerciales y peluquerías; mientras tanto, los restaurantes y hoteles abrirán, en un proceso gradual, bajo estrictas condiciones de seguridad. Mientras que, en Noruega, el presidente le dio prioridad a la apertura de las escuelas.
China, donde inició el virus que paralizó el mundo, los 11 millones de habitantes de Wuhan pueden salir sin una autorización especial, siempre que una aplicación obligatoria en el teléfono celular que combina el rastreo de datos con la vigilancia del gobierno muestre que están sanos y no han tenido contacto reciente con un enfermo del virus.
Otros que se han planteado levantar las medidas de confinamiento próximamente son México, la República Checa, Colombia, Brasil y República Dominicana