EFE, Nueva York
El jurado encargado del caso en Nueva York contra el productor Harvey Weinstein por abusos sexuales se ha puesto de acuerdo en tres de los cinco cargos, pero está dividido en los dos más graves después de cuatro días deliberando, lo que sitúa el proceso en una “fase crucial”, según el juez.
A media hora de que concluyera la jornada, el jurado envió al magistrado James Burke una nota pidiendo “entender” si podrían emitir un veredicto estando en desacuerdo sobre dos cargos de agresión sexual depredadora, que son los que acarrean cadena perpetua, y teniendo una decisión unánime sobre los otros tres.
Los cargos de agresión sexual depredadora van ligados a la supuesta violación de la actriz Annabella Sciorra hace casi 30 años, un presunto delito prescrito que agrava con un patrón “depredador” un acto sexual criminal cometido presuntamente en 2006 y una violación en primer grado cometida presuntamente en 2013.
Burke consultó la duda con la defensa y la Fiscalía, convocó al jurado y, ante la mirada de Weinstein, les contestó que “cualquier veredicto para cualquier cargo debe ser unánime”, por lo que en esa situación debían volver a su encierro y “continuar sus deliberaciones”.
Siguieron diez minutos en los que se podía cortar la tensión con un cuchillo, pero entonces Burke puso fin a la sesión despidiéndose del jurado hasta el lunes: “Recuerden que están en una fase crucial del proceso. No hagan nada que ponga en peligro su salud, los necesitamos a los doce de ustedes”.
El proceso en sí duró seis semanas y suma ya cuatro días de deliberaciones, en los que el jurado ha estado pidiendo información sobre los cargos y las pruebas relacionadas con las denunciantes, lo que en cierto modo permitía hacer suposiciones sobre en qué punto se situaban antes del veredicto.
Los miembros han de alcanzar una decisión unánime sobre los cargos siguiendo un orden determinado, y hasta ahora habían requerido que se les leyeran los testimonios de la denunciante Mimi Haley y de la testigo Rosie Pérez, y esta mañana mismo, el testimonio de Annabella Sciorra, que se alargó durante una hora.
No habían reclamado información de la denunciante Jessica Mann, relacionada con un cargo de violación en primer grado y otro de violación en tercer grado, además de otro de agresión sexual depredadora, por lo que sorprendió que plantearan ya estar cerca del veredicto a última hora de este viernes.
Por lo demás, la jornada había transcurrido con lentitud y sin sorpresas, a excepción de una discusión entre la abogada Gloria Allred, representante de tres testigos, y la defensora del productor Donna Rotunno, antes de que llegara el juez, debido a un asunto personal que no había trascendido en público.
En una airada conversación que duró unos minutos, Allred señaló a Rotunno con el índice, apenas a unos centímetros de ella, y acusó a la abogada de Weinstein de estar “fuera de control” y “distorsionando los hechos”, según se pudo escuchar cerca de la primera fila de la bancada.
Burke llegó en ese momento y Rotunno explicó ante el magistrado su versión del conflicto: que Allred la estaba “atacando” al hacer declaraciones a los medios sobre su vida “personal” que afectaban a su “familia y amigos”, divulgando que la jornada de este viernes acababa una hora y media antes porque tenía que asistir a un funeral.
A las puertas del tribunal, Allred habló largo y tendido sobre ese rifirrafe con Rotunno, negó haber divulgado esa información y aseguró que “una persona razonable no haría simplemente alegaciones”, por lo que aventuró que quizá la defensa estaba “nerviosa por el veredicto”.
“Si está intentando intimidarme… Llevo haciendo esto 44 años. No voy a echarme atrás e irme, las víctimas tienen derecho a que su abogado esté en la sala, y yo tengo derecho a hablar”, agregó, en referencia a los intentos que ha denunciado por parte de la defensa para “excluirla” del juicio.