
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días anunció que realizó una importante donación en la provincia de Azua, con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de los niños en situación de vulnerabilidad.
La entrega, realizada este viernes, incluyó equipos de cocina modernos y recursos para la construcción de un pozo de agua potable y un pozo séptico. La donación beneficiará a más de 68 niños en riesgo de desnutrición infantil, quienes ahora podrán recibir alimentos nutritivos preparados en instalaciones adecuadas.
El acto tuvo lugar en las instalaciones de la Fundación Buenas Nuevas, que trabaja en favor del bienestar infantil en la provincia. Según los representantes de la Iglesia, esta acción no solo mejorará la nutrición de los menores, sino que también contribuirá a garantizar agua potable segura y un manejo adecuado de aguas residuales, lo que ayudará a prevenir enfermedades y mejorar el entorno de vida en la región.
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Durante la entrega, el director de la Fundación Buenas Nuevas, Carlos Nouel, agradeció la colaboración y destacó el impacto positivo que tendrá en las familias más necesitadas de Azua. “Este apoyo fortalece nuestro trabajo y ofrece esperanza a las personas más vulnerables”, indicó Nouel.
Por su parte, Andry Inoa, Primer Consejero de la Misión Oeste, recordó que este tipo de iniciativas reflejan el principio cristiano del amor al prójimo, siguiendo el ejemplo de Jesucristo. El evento también contó con la participación de líderes comunitarios y profesionales de la salud, como el pastor Orlando Tiburcio y la doctora Awilda Ramírez, quienes subrayaron la importancia de este proyecto en la lucha contra la desnutrición y la promoción de una vida más saludable.
Con esta donación, la Iglesia de Jesucristo reafirma su compromiso con el bienestar de las comunidades más necesitadas, garantizando un futuro más saludable para los niños de Azua.
Por: Itzel Olivo