Tokischa: “El racismo sigue, la esclavitud sigue; ya no con el látigo, pero a través del trabajo” - N Digital
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Tokischa: “El racismo sigue, la esclavitud sigue; ya no con el látigo, pero a través del trabajo”

Si el morbo es la nueva droga, Tokischa es nuestra camello. Se lo pregunta a sus niñas súbditas que sacan toda la lengua afuera en los conciertos para chocar sus piercings: “¿Se sienten perras ustedes?”. No dudan, ser perra está de moda, como canta en Estilazo. La pasarela de bellacas la sigue para un teteo. Madonna y Rosalía forman parte del cortejo, a ver si con suerte se les pega algo del tukuntazo de Toki, las vibras latinas del goce sexual y amoroso, según el argot reguetonero. Es tiempo de singadera. Toki nació en una isla del Caribe por la época en que Juan Luis Guerra incursionaba en la música cristiana. Quizá para hacer de contrapeso. Llegó pa chulearte.

“Yo desde niña fui siempre muy libre, cuando vivía con mi papá no me gustaba usar brasieres. ¿Por qué tenía yo que usar brasieres, si me molestaban? No me siento cómoda, me dan alergia, me siento amarrada y yo quiero sentirme bien. Todo el mundo me decía: ponte brasier, y yo no quería, y no me lo ponía y me castigaban por eso, salía a la calle y los hombres me gritaban cosas, pero yo pasaba de largo”. Digamos que Toki se hace un amaral cada noche desde que tiene uso de razón. Criada en un ambiente muy violento, en el seno de una familia rota, siempre de un lado al otro, con una madre ausente y un padre preso, sin residencia fija, la fantasía fue la ventana por la que escapar. Además es piscis: las piscis “vivimos en otro mundo”.

Vestida esta tarde de funcionaria del Gobierno, como viste desde que juega a ser la jefa del mundo libre, Tokischa llegó a España con su Popola [coño] Presidente Tour, por casualidad en plena coyuntura electoral. Son días tóxicos que demandan nuevas figuras.

¿Qué sería lo primero que harías si fueras presidenta?
Prohibiría el cigarrillo, no puedo ni olerlo, no lo tolero.

Pero Tokischa, ¿empiezas prohibiendo tú?
Prohibir es humano, jajaja. Decretaría igualdad para todos, todas y todes. Comida gratis. Agua gratis. Y que todo el mundo tenga una parcela para ver crecer su comida y cuidar a los animales.

Os presento a nuestra presidenta, la joven ideóloga de la nueva política sexual pos-Me Too, vehículo para la reconexión con nuestra voluptuosidad en tiempos recios de acoso y abuso sexuales, adalid del feminismo tropical y defensora de las trabajadoras sexuales. Parece mentira que el sexo en el siglo XXI todavía escandalice, pero ella ha conseguido que le den más gasolina.

“Hace poco me di cuenta de algo. La sociedad, el sistema, los moralistas, convirtieron mi música en una denuncia social. Yo no empecé a hacer música como ese rapero consciente, no. Yo contaba mis vivencias sin ánimo de polemizar. Pero el sistema, al tratar de catalogarla como música rebelde, le dio una fuerza de denuncia social. Por ejemplo, mi canción Desacato escolar; cuando salió, el sistema educativo de mi país la prohibió y me llegó una citación. Ellos causaron que el pueblo se interese más en la canción y mi música se fue convirtiendo en eso”.

En realidad, dice, no dejarse oprimir convirtió su música en política. “El sistema quiere mantenernos controlados, pero su limpieza es fachada, tapa lo que pasa en el barrio, ignora los derechos que no tiene la mujer, que no tiene la comunidad LGTB… Al ver que sale esta carajita diciendo todo esto, se va a crear un desacato. Y miles van a empezar a decir: ‘Yo soy una mujer y hago lo que me da la gana”.

Hay quien se traza la cruz en la cara delante de esta caribeña lista, pura provocación, insumisa de cuna, que hace lo que le pide el cuerpo. Pero ¿qué come, cuál es su dieta? No sé si la pillo. ¿Es bisexual o hetero que besa a sus amigas? Mamá, Tokischa es sexo. Dios no te ama, Toki, Dios es más de bachata, pero mi hija sí.

Mujer racializada ejerciendo libremente su sexualidad en un mundo muy puritano y muy racista, la reivindicación de Tokischa no es solo de género y racial, es también de clase, de barrio, la de una superviviente a la que pidieron hacer música “limpia”, pero se negó. Ahora produce “divina suciedad”. Gracias al ritmo guarro del dembow, a esas letras cochinas, desde hace un tiempo la dominicana ya no necesita tirar de sugar daddys, uno de sus antiguos trabajos. Esta es la historia de alguien que un día se desacató: “Pa mí ser perra va más allá del perreo, de lo sexual. Una mujer es bien perra cuando tiene pantalones, cuando sale a trabajar, a buscar su cuarto, cuando se faja para tener buena nota, una mujer segura de sí misma, esa es una bitch”.

Durante su gira internacional pasó por Madrid, aquí donde tantas mujeres dominicanas vienen a limpiar y a cuidar abuelos y luego consiguen traer a sus hijas, a sus pequeñas tokis. Hay cierta revancha histórica en que la segunda lengua de la juventud ibérica sea el dominicano, reguetón mediante, y en que esté Toki ahora mismo en un escenario pisando con la bota la cabeza a un man europeo encantado de darle su cabeza.

Vivimos el estallido cultural de lo latino y hoy se mira a lo afro, a lo marrón, aunque en lo social esté intacta la brecha. ¿Cómo ves esta época en que estamos de moda entre comillas?
El otro día estaba leyendo sobre mis ancestros, que es algo que me interesa mucho, y me di cuenta de que no han cambiado tanto las cosas. El racismo sigue, la esclavitud sigue, quizá ya no literalmente con el látigo, pero sí hay una esclavitud a través del trabajo, de la falta de educación (nuestros ancestros no tenían derecho a ella). Es un ciclo que se repite. Sin embargo, intentamos seguir abriéndonos puertas. Hoy en día las grandes marcas tienen mucha diversidad y es algo que se ha peleado. Es una inclusión entre comillas, pero al menos ya hay otros cuerpos, otros colores, pelos y tatuajes representándonos.

Hace poco afearon a Madonna, la nueva amiga de Toki, que se arrogase en un post haber inventado el sexo en el pop, ignorando a tantxs artistas, por ejemplo afros, que mucho antes jugaron con su sexualidad y provocaron con sus cuerpos y disidencias.

¿Tus gemidos, esa voz, esa lengua, ese estilazo, tiene referentes tipo Madonna o qué es?
Siento que es algo íntimo, personal. Yo de niña no sabía quién era Madonna. No es que sea tan vieja, pero en mi infancia no había tanto acceso a internet. Y yo siempre era una niña muy provocativa, muy sexual, me encantaba ser así, besar a mis amiguitas, besarme con chicos, tirarme fotos calientes. Incluso cuando empecé a conectar con la gente del medio del arte en Santo Domingo yo hacía fotografía erótica, siempre me sacaba unos looks muy bonitos, como ahora.

Por cierto, es una alegría que vengas a España a hacer un tour por ser quien eres y no por ser amiga de Madonna y Rosalía. Sé que las quieres mucho, pero ¿por qué parece que las negras y marrones aún necesitamos a la amiga blanca para despegar? Yo andaba con mi amiga blanca en el cole…
Yo no, yo tenía a mi amiga negra que me enseñó a conseguir que los chicos que estaban enamorados de mí me dieran chitos a cambio de un beso. ¿Y si fuera Beyoncé mi amiga? [risas]. Beyoncé tenía dos amigas negras y yo con mis dos amigas blancas… Mmmm. Qué tema. Pero no sé. En mi país no hay ni una Madonna ni una Rosalía. Hay un gran artista que es Juan Luis Guerra, que no nos mira a nosotrxs, para él el género del barrio es una vergüenza. Hubo que salir pues afuera a buscar.

Por despejar fantasmas, ¿cuál es tu relación con la comunidad queer? Algunos te acusan de no ser de la comunidad y de aprovechar para vender una imagen que les guste y que así te consuman.
Mi conexión con la comunidad viene de esa opresión, de esa rebeldía y esa libertad; existimos personas que no encajamos en la familia, en la escuela, con los amigos. La comunidad es un grupo de gente que no encaja en ningún lado por su naturaleza. Entonces nos juntamos y entre nosotros nos llenamos de amor.

¿Cómo te identificas?
Yo diría que soy bisexual, me gustan los hombres y la mujer, y me siento muy abierta con eso. Soy persona, humana, pero caribeña, obvio, sí soy. Entiendo que estamos todos ligados, todo el mundo tiene un chin de blanco, de negro, pero yo entiendo que si yo nací en una isla en el Caribe yo soy una caribeña.

¿Qué define la caribeñidad?
Es saoko, sazón, naturaleza, playa, río, montaña, taíno, comida rica, rebeldía. Sabes que en mi historia estaban los taínos y estaban los caribe, que eran lo peor, los supuestamente malos, los caníbales. Yo me siento un poco caníbal.

Has tenido los ovarios de contar que empezaste a producir tu música gracias a OnlyFans y que aún lo utilizas, lo dices aunque nos rodee un feminismo en contra de la prostitución. No has tenido remilgos al hablar de trabajo sexual…
Todos somos prostitutos del sistema. Yo preferí vender sexo que vender mi tiempo a una oficina. Mil veces, si tengo que volver a elegir, lo haría. Yo tenía que pasar todo el día en una oficina cogiendo llamadas, siendo insultada por clientes de Fedex que no habían recibido su paquete. No tenía dinero ni tiempo, no tenía cómo estudiar, entonces mil veces preferí la prostitución. Intenté vender marihuana, pero no funcionó.

Hay en ti un estilo ultrapropio, ¿cuál es tu idea más profunda y secreta de la moda?
Esencia, la moda es esencia; yo soy muy selectiva con lo que me pongo. Ahora tengo mi estética de presidenta, ando así en blazers, en ropa ejecutiva, elegante, pero va cambiando la estética, la esencia nunca.

¿En qué momento musicalmente hablando dirías que estás?
En un momento de energía de show, conociendo lo que es la euforia del espectáculo, lo que es la conexión con los fanáticos, y siento que se está creando algo muy especial. Estoy en mi momento performer, desenvolviéndome como una performer, estoy renaciendo.

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