Tony Bennett, el eminente y atemporal estilista cuya devoción por las canciones estadounidenses clásicas y su habilidad para crear nuevos estándares como “I Left My Heart In San Francisco” adornaron una carrera de décadas que le trajo admiradores desde Frank Sinatra hasta Lady Gaga, ha muerto este viernes. Tenía 96 años, solo dos semanas antes de su cumpleaños.
La publicista Sylvia Weiner ha confirmado el fallecimiento de Bennett a The Associated Press y ha dicho que ha muerto en su ciudad natal de Nueva York. No cita una causa específica, pero a Bennett le habían diagnosticado la enfermedad de Alzheimer en 2016.
Bennett, el último de los grandes cantantes de salón de mediados del siglo XX, solía decir que su ambición de toda la vida era crear “un catálogo de éxitos en lugar de discos de éxitos”. Lanzó más de 70 álbumes, lo que le valió 19 premios Grammy, todos menos dos después de cumplir los 60 años, y disfrutó del afecto profundo y duradero de los fanáticos y otros artistas. AP