Se derrumba parte del cráter del volcán islandés Fagradalsfjall y el flujo de lava cambia significativamente de dirección.
La erupción volcánica en el suroeste de Islandia cumple ahora dos semanas. La erupción, en Litle-Hrútur, en la península de Reykjanes, aún no ha amenazado viviendas ni infraestructuras, ya que se encuentra en una zona deshabitada y sin desarrollar.
Pero se temía que la carretera costera Suðurstrandarvegur, acabara inundada de lava si los flujos de la erupción no cambiaban.
Un peligro que ha quedado apartado al derrumbarse espectacularmente parte del cráter del nuevo volcán, lo que ha generado que la lava fluya ahora rápidamente en una nueva dirección.