Más irregularidades en caso de la “doctora estética”; mujeres califican experiencia de traumatizante y horroroso

Santo Domingo.- Varias mujeres expresaron el sufrimiento que padecieron al ponerse en las manos de la supuesta médico cirujano Karla María Moya Boada, quien ofrecía servicios médicos estéticos sin poseer un título.

Pero no solo clientes, sino también ex empleadas y personas que conocen a la venezolana, denuncian más irregularidades y señalan a otras personas involucradas directamente en el ejercicio ilegal de la medicina que nos confirman la gravedad del asunto.

Quienes se trataron con  la “doctora estética”, calificaron la experiencia de dolorosa y horrorosa.

“Traumatizante. Totalmente. Fue una experiencia que digo que estuve de frente a frente a la muerte”, indicó una paciente denunciante en calidad de anónima.

“Fue lo más horroroso y doloroso que yo he experimentado en mi vida”, son algunas de las definiciones de quienes se pusieron en sus manos.

“Yo dije se lo voy a dejar a Dios y mira como Dios actúa. Por eso decidí hablar”, son algunas de las declaraciones de quienes vivieron la amarga experiencia.

 

Una ex clienta de la supuesta cirujana pagó unos 156 mil pesos por una laserlipolisis, también da a conocer que hay más personas involucradas en el caso.

“Cuando estamos en el procedimiento, ella me dijo ha habido otra señora que iba a acompañar, o sea, como que iba a ser la ayudante de ella en ese momento y ella dijo que no, que iba a ser su esposo. O sea, la muchacha no pudo y entró el esposo. Yo no sé si el esposo es médico”, indicó la paciente denunciante en calidad de anónima.

Habló de Ignacio Luis Olivares González, quien llega al país como vendedor de cánulas y otros instrumentos médicos quirúrgicos de la casa comercial Mesolight a través de su empresa Kimed Corpo. Pero una conocida de la pareja afirma lo que se decía de la formación de esta persona.

“Escuché una vez que bueno, que él era cirujano, no? Y que, bueno, no ejercía, porque tengo entendido que había tenido un accidente”, indicó una persona identificada como conocida del matrimonio.

Sin embargo, la única identificación pública que aparece de él cómo doctor es esta foto donde aparece vestido con una indumentaria que le identifica como doctor Ignacio Olivares y debajo dice cirugía plástica.

Incluso en las experiencias laborales que publica en su perfil de Linkedin solo menciona el puesto de director de marketing comercial de Kimed Corpo y en el apartado de formación académica solo establece que es graduado de mercadeo técnico, como ejecutivo de ventas desde enero de 2013 a julio de 2020, faltando por mencionar la educación que recibió para ejercer como cirujano plástico, pues de vender cánulas a poder utilizarlas, es muy largo el trecho que hay recorrer.

“Él fue el primero que comenzó a llenarme, a inyectarme la solución para que pueda derretir la grasa… Yo lo veía a él inseguro de lo que estaba haciendo. Ella le quitó la cosa de la mano a él, se lo quitó y le dijo Ven pasa, con una actitud horrible”, dijo una paciente denunciante en calidad de anónima.

Agregó: “No vi los resultados que ella me estaba dando… quedé prácticamente peor. Ella me acusó de que yo aumenté de Libras. Yo le dije pero aunque yo aumente de Libra, usted me vendió a mí ese tratamiento. Fue porque usted me dijo que en esa área no me iba a salir absolutamente nada, que el láser iba a pegar  la piel. Pero ella en realidad no me hizo nada”.

Ex empleada 

Esta declaración lo confirma una exempleada de la supuesta cirujana, quien también quiso mantener oculta su identidad por temor a represalias.

“En la mayoría de sus pacientes. Yo era que la drenaba y ella le creaba una expectativa que cuando las pacientes se quedaban imaginándose cómo iban a quedar según lo que la doctora le decía…después de los 15 días o al mes prácticamente no se veía nada de los resultados porque era más líquido que ella le ponía que grasa de lo que sacaba”, indicó la exempleada de la supuesta cirujana.

Karla María junto a Ignacio Olivares González, figura como titular del consultorio Ki Centro Médico Integral del Caribe, ubicado en la avenida Independencia, registrado en ONAPI en febrero de 2011, con el objeto social de “servicios médicos estéticos, faciales y corporales”.

Entre los servicios que dice ofrecer está el Laserlipólisis, una liposucción asistida por láser que solo puede ser realizada por un cirujano plástico. Al acudir el equipo de N Investiga a su consultorio, se pudo constatar que no exhibía sus títulos de egresada de medicina y cirugía estética.

Aparece como médico cirujano en la plataforma del Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria del gobierno venezolano. De acuerdo a este sitio web, se registra en el 2017, 9 años después de su supuestamente haberse graduado y, precisamente de una universidad, donde curiosamente trabaja su primo, Manuel Jesús Moya Acosta como profesor del Instituto de Medicina Experimental y jefe de bioterio en el Instituto de Higiene.