Seis miembros del grupo estadounidense de extrema derecha Oath Keepers fueron declarados culpables el lunes de cargos relacionados con el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021 por parte de partidarios de Donald Trump, informaron medios locales.
Cientos de simpatizantes del entonces presidente republicano irrumpieron ese día en el edificio sede del Congreso en Washington para impedir, sin éxito, que los legisladores certificaran la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones de 2020, en las que Trump perdió la reelección.
En el tercer juicio centrado en los Oath Keepers, un grupo considerado crucial en la planificación del ataque, cuatro integrantes fueron declarados culpables de conspiración para interrumpir el trabajo del Congreso, lo cual se castiga con 20 años de prisión. Otros dos fueron hallados culpables de cargos menores.
Los seis fueron declarados culpables de ingresar sin autorización al Capitolio, informaron CBS News y otros medios.
Entre los seis activistas declarados culpables el lunes está Sandra Parker, una jubilada de Ohio de unos 60 años que se vistió con ropa de combate de camuflaje para sumarse a la turba que ingresó a la fuerza al Capitolio.
También está Connie Meggs, quien se unió al ataque con su esposo Kelly Meggs, el jefe de la sección de Oath Keepers en Florida.
– Trump en la mira –
Desde el ataque del 6 de enero de 2021, más de 950 simpatizantes de Trump han sido arrestados y acusados de causar destrozos en el Capitolio.
Si bien la mayoría enfrentaron cargos menores, como ingreso ilegal al recinto, 14 militantes de grupos de extrema derecha -nueve miembros de Oath Keepers y cinco de Proud Boys- fueron acusados de sedición, un cargo pasible de 20 años de prisión.
En un primer juicio a fines de noviembre, el fundador de Oath Keepers, Stewart Rhodes, y otro miembro del grupo, Kelly Meggs, fueron declarados culpables de sedición.
En enero, otras cuatro personas fueron declaradas culpables de sedición y conspiración, lo que fortaleció el argumento del gobierno de que el ataque del 6 de enero de 2021 no fue una acción espontánea de fervientes partidarios de Trump, sino que hubo una importante planificación y coordinación detrás.
Los Proud Boys supuestamente trabajaron en paralelo con los Oath Keepers para organizar parte de los actos violentos.
Las condenas a activistas de ultraderecha podrían aumentar las probabilidades de que el propio Trump y personas de su entorno que apoyaron su intento de anular la victoria electoral de Biden enfrenten cargos igualmente graves, como conspiración por supuestamente alentar la violencia.
Trump está siendo investigado por un fiscal especial del Departamento de Justicia por su papel el 6 de enero de 2021. Tres semanas antes de la violencia, el entonces presidente había instado a sus partidarios a ir a Washington. “Estén allí, será salvaje”, tuiteó.
También podría ser inculpado en el estado de Georgia por presuntamente presionar a funcionarios locales para que cambiaran los resultados de las elecciones.