El cofundador y exdirector ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey, ha pedido al nuevo propietario de la red social, Elon Musk, que haga público todos los documentos internos de la plataforma, luego de que el asesor general adjunto James Baker fuera despedido por su participación en el escándalo de censura de la historia de la computadora portátil del hijo del presidente de EE.UU., Hunter Biden.
“Si el objetivo es la transparencia para generar confianza, ¿por qué no publicar todo sin filtro y dejar que las personas juzguen por sí mismas?”, comentó Dorsey este miércoles en un tuit de Musk sobre los ‘Archivos de Twitter’. El cofundador del servicio de microblogueo también sugirió que se dé a conocer “todas las discusiones sobre acciones actuales y futuras” que se tomarán bajo la nueva gerencia. “Hazlo público todo ahora”, urgió.
En respuesta, Elon Musk escribió que la administración anterior de Twitter “ocultó los datos más importantes”, incluso para el propio Dorsey. Además, “es posible que algunos [documentos] se hayan eliminado, pero todo lo que encontremos se publicará”, destacó el magnate.
El caso de Hunter Biden
La semana pasada, el periodista Matt Taibbi publicó el primer lote de archivos internos de Twitter, revelando cómo la plataforma censuró la historia sobre la información presente en el portátil de Hunter Biden en las semanas previas a las elecciones presidenciales de 2020.
James Baker, quien anteriormente fue asesor general del FBI y desempeñó un papel clave en las investigaciones sobre la supuesta colusión entre Rusia y la campaña presidencial de Donald Trump en 2016, jugó un rol importante en la supresión del caso de Hunter Biden por parte de la red social.
Los documentos publicados por Taibbi dejaron al descubierto que la decisión de censurar dicha historia se tomó en “los niveles más altos de la compañía, pero sin el conocimiento del director ejecutivo Jack Dorsey”.
La ‘colusión Rusia-Trump’ de los demócratas
El contenido del portátil fue reportado por primera vez por New York Post antes de los comicios de 2020. En aquel momento, directivos de la campaña de Joe Biden, así como funcionarios de inteligencia y medios de comunicación estadounidenses, lo desmintieron y calificaron como parte de una operación de “desinformación rusa”, destinada a conseguir la reelección de Trump.
Las principales empresas de redes sociales, como Twitter y Facebook, impidieron entonces que se difundiera o compartiera información sobre la computadora y su contenido, borrando enlaces a dicha información, publicando advertencias de que podría ser ‘dañino’ o bloqueando a los usuarios.
Fuente RT