Roma, EF).- El papa emprendió hoy su viaje a Baréin, que recibirá así la primera visita de un pontífice, y que para Francisco será la segunda al golfo Pérsico después de viajar a Dubai en 2019, con la misma intención de intensificar el diálogo con el Islam y reiterar que la violencia no tiene nada que ver con la religión.
A pesar de sus problemas de rodilla, por los que tiene que trasladarse en silla de ruedas, Francisco ha continuado con sus visitas internacionales y en las dos últimas -Kazajistán y Baréin- el hilo conductor ha sido el diálogo con el resto de religiones “en un momento trágico para la Historia”, como lo definió el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, explicando los motivos del viaje papal.
El 39 viaje internacional de Francisco comenzó a las 9.45 horas locales (8.45 GMT), cuando el avión de la compañía Ita Airways despegó del aeropuerto de Fiumicino y, tras 6 horas y media de vuelo, llegará al aeropuerto de Awali, donde se encuentra la residencia real.
Su primer acto en agenda será la reunión con el rey Hamad bin Isa Al Jalifa y el discurso a las autoridades del país, donde se espera una referencia al respeto a los Derechos Humanos, como le han pedido los chiíes, mayoría en el país, pero que han denunciado persecuciones.
Además de tender puentes con el Islam, Francisco llevará su cercanía a la pequeña comunidad católica: 80.000 personas, casi todas inmigrantes, procedentes de Filipinas, India, Sri Lanka, que se encuentran en el país sobre todo como mano de obra, en una población de alrededor de 1,4 millones de habitantes.
Al día siguiente, el papa hablará en la clausura del “Foro de Bahrein para el Diálogo”, mantendrá una reunión con los miembros del Consejo de Ancianos Musulmanes en la mezquita del Palacio Real de Sakhir y posteriormente celebrará una reunión ecuménica en la catedral de Nuestra Señora de Arabia, la más grande del todo el Golfo Pérsico,.
El sábado celebrará una misa en el estadio Nacional de Bahrein, donde se espera que participen más de 20.000 personas, muchos de los cuales procedentes de países vecinos, y por la tarde se verá con cerca 800 jóvenes, alumnos del colegio católico Sagrado Corazón.
Finalmente, el domingo 6 de noviembre, tras el encuentro de oración y el ángelus con los obispos y sacerdotes del país, regresará a Roma.
Esta mañana, antes de dirigirse al aeropuerto, Francisco recibió en su residencia de Santa Marta, a tres familias de refugiados de Ucrania, acogidas por familias italianas.
Se trataba de la esposa de un sacerdote ortodoxo, con dos hijos, uno de 18 años y otro de 14, de la región de Kropivnitskyi, mientras que su marido y su hijo adulto permanecían en Ucrania; una madre de 30 años con dos hijas de 4 y 7 que había huido de la ciudad parcialmente ocupada de Zaporiya, y una mujer de 53 años con un hijo de 13, con una discapacidad grave, y su madre, de 73, de Kiev.