El resultado de un sorteo de lotería generó sorpresa y suspicacia en Filipinas, donde el pasado 1 de octubre 433 personas se repartieron los 4 millones del premio mayor.
Este alto número de afortunados (cada uno de los cuales se embolsó unos 8.400 dólares) hizo que muchos en el país asiático creyeran que algo olía mal en el sorteo de Oficina de Sorteos de Caridad de Filipinas.
La repercusión fue tal que un senador, Aquilino ‘Koko’ Pimentel, incluso reclamó una investigación oficial para aclarar el caso, que definió como “extraño e inusual”.
Sin embargo, un profesor de matemáticas de la Universidad Tecnológica de Sídney, en Australia, afirma que las probabilidades y la psicología pueden explicar este resultado aparentemente tan inverosímil, publica The Conversation este jueves.
¿Cuáles fueron las posibilidades?
El catedrático Stephen Woodcock explica que cada persona que compra un boleto de lotería elige seis números entre 1 y 55, siendo el ganador del premio mayor el boleto en el que coincida la secuencia de los seis números sorteados al azar. De esta manera, al menos matemáticamente, cada boleto tiene una probabilidad de 1 en 28.989.675 de ganar el premio mayor.
Woodcock analizó una estimación, ampliamente difundida en Internet, según la cual, si se hubieran vendido 10 millones de boletos, la posibilidad de que salieran 433 boletos ganadores con esa combinación era de “una entre un uno seguido de 1.224 ceros”.
El matemático rebate este cálculo, pues la estimación da por sentado que cada una de las 28.989.675 combinaciones de números posibles tiene las mismas posibilidades de ser escogida por los compradores de lotería; mientras que a la hora de la verdad (alega Woodcock), la psicología humana desempeña un papel muy importante al escoger los números, y se ha observado claramente que algunas combinaciones son mucho más populares que otras, y por lo tanto tienen más posibilidades de ser elegidas.
Números y patrones interesantes
Woodcock llama la atención sobre la combinación ganadora en Filipinas el pasado sábado: 9, 18, 27, 36, 45 y 54. La relación entre los números de la serie es, evidentemente, que todos ellos son múltiplos de 9. Y el matemático razona que más personas habrían elegido esta secuencia particular de números atraídas por este interesante patrón, lo cual en definitiva explicaría la gran cantidad de boletos ganadores.
El matemático recuerda otras ocasiones en que se dieron casos similares, como en 2018 en Reino Unido, donde hubo un inusual número de ganadores cuando cinco de los seis números eran múltiplos de siete; o en 2020 en Sudáfrica, donde una racha de números consecutivos (5, 6, 7, 8, 9, 10) produjo múltiples ganadores del premio mayor.
El matemático señala que, aunque los humanos creemos que combinaciones compuestas por números consecutivos o múltiples del mismo número tienen menos posibilidades de coincidir en un boleto ganador, en realidad no tienen menos que cualquier otra combinación. Pero como las combinaciones comprensibles para los humanos son más populares entre los compradores de lotería, para evitar (en caso de ganar) tener que compartir el premio con muchos más jugadores, lo ideal es recurrir a un generador de números aleatorios, como sugieren los expertos, aunque eso no signifique una mayor probabilidad ganar.
¿Trampas?
El analista desestima la posibilidad de que hubiese juego sucio en el resultado de la lotería en Filipinas y razona que el hecho de que se vendieran 433 boletos ganadores con una secuencia particular no es un argumento de que hubo trampas. Para apoyar su postura, subraya que sería interesante saber cuántas personas compraron ese mismo patrón de números en semanas anteriores y no resultaron ganadoras.
Asimismo, pudiera esclarecer un poco esta situación saber qué otras combinaciones también atraen la venta masiva de boletos. Finalmente, argumenta que en el mundo hay una gran cantidad de loterías, muchas de las cuales no tienen eco internacional; y si bien es poco probable que un sorteo dado dé un resultado como el de Filipinas, no es descabellado pensar que al menos una de ellas ha tenido alguna vez un desenlace igual de sorprendente.