Estados Unidos está contemplando opciones de un paquete de sanciones contra China en caso de que Pekín decida emprender una invasión de Taiwán, mientras que Taipéi ejerce presión diplomática sobre la Unión Europea para que haga lo mismo, informa Reuters citando a fuentes cercanas a las discusiones.
La consideración por parte de Washington y el trabajo que está realizando Taiwán con diplomáticos europeos se encuentra en una fase temprana, señalan las fuentes sin precisar las posibles medidas.
Washington y sus aliados de la OTAN tomaron un enfoque semejante a Rusia en enero pasado amenazando con sanciones no especificadas, que, no obstante, no disuadió a Moscú de lanzar su operación militar en Ucrania.
Sin embargo, Nazak Nikakhtar, ex alto funcionario del Departamento de Comercio estadounidense, señaló que “la posible imposición de sanciones a China es un ejercicio mucho más complejo que las sanciones a Rusia, dado el amplio entrelazamiento de EE.UU. y sus aliados con la economía” del gigante asiático.
Las tensiones en el estrecho de Taiwán se intensificaron a principios de agosto tras el viaje a Taipéi de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, lo que provocó fuertes protestas por parte de Pekín. En respuesta a la visita de la legisladora, China inició ejercicios militares “sin precedentes” a gran escala, así como actividades de entrenamiento, incluidos simulacros con fuego real, en el espacio marítimo y aéreo en seis zonas alrededor de la isla.
Pekín considera a Taiwán como parte irrenunciable de su territorio, e insiste en que cualquier negociación con Taipéi que pase por encima del Gobierno central viola el principio clave de su política de una sola China. La mayoría de los países, incluida Rusia, reconocen a la isla como parte integral de la República Popular China.
El presidente del gigante asiático, Xi Jinping, ha prometido reiteradamente cumplir con la tarea de reintegración de Taiwán, dando prioridad a medios pacíficos.
Aunque Washington no reconoce diplomáticamente la independencia de Taiwán, mantiene una política de ambigüedad estratégica hacia la isla, reservándose el derecho a mantener relaciones especiales con Taipéi, que, en su opinión, toma sus propias decisiones.
Taipéi se autogobierna con una administración propia a partir de 1949. Desde entonces, ha conservado la bandera y algunos otros atributos de la antigua República de China, que existió en el territorio continental antes de que los comunistas llegaran al poder.
Por RT.