Alrededor de 4.000 beagles están buscando un hogar después de que organizaciones de rescate de animales empezaran a sacarlos de una instalación de Virginia que los criaba para venderlos a laboratorios para experimentos con drogas.
“Vamos a tardar 60 días en sacar a todos estos animales, y vamos a trabajar con nuestros socios de refugios y rescates de todo el país para conseguir que estos perros finalmente tengan un hogar donde los amen”, dijo Kitty Block, presidenta y directora ejecutiva de la U.S. Humane Society.
Refugios desde South Elgin, Illinois, a Pittsburgh han empezado a recibir a los perros, que serán examinados y vacunados antes de estar disponibles para su adopción.
En mayo, el Departamento de Justicia de Estados Unidos demandó a Envigo RMS LLC alegando violaciones de la Ley de Bienestar Animal en las instalaciones de Cumberland (Virginia).
En junio, la empresa matriz Inotiv Inc dijo que cerraría las instalaciones, y un mes después Envigo llegó a un acuerdo con el Gobierno sin pagar ninguna multa. La compañía no respondió a una solicitud de comentarios de la agencia de noticias Reuters.
Inspectores del Gobierno descubrieron que allí se mataba a los beagles en lugar de atenderlos por afecciones fácilmente tratables y se negaba la comida a las madres lactantes.
Además, la comida que recibían los animales contenía gusanos, moho y heces; y en un periodo de ocho semanas, 25 cachorros de beagle murieron por exposición al frío, dijo la Humane Society en un comunicado. Algunos resultaron heridos al ser atacados por otros perros en condiciones de hacinamiento, añadió la entidad.
Envigo, una organización de investigación que fue adquirida el año pasado por Inotiv y que trabaja con las industrias farmacéutica y biotecnológica, señaló mediante un comunicado en julio que había aceptado el plan de traslado de los perros. La empresa dice en su sitio web que cría “animales sanos y sin problemas de socialización” que se venden para fines de investigación y tiene una licencia expedida por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés) para criar y vender los perros. La empresa afirmó en junio que el cierre del centro en Cumberland supondría menos del uno por ciento de los ingresos totales de Inotiv.
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