Durante todos estos años de evolución, la medicina siempre ha utilizado animales para testear medicamentos o cosméticos para la piel. Pero la experimentación con animales siempre fue limitada. Primero desde el punto de vista ético, se le administra a un animal indefenso un componente que podría matarlo, como ha pasado con tantos experimentos con animales. Segundo, porque el organismo y piel de un animal es diferente al del humano, por lo que solo se llegan a conclusiones parciales.
Ahora, gracias al avance de la biomedicina, los experimentos con animales podrían llegar lentamente a su fin. Varias universidades y laboratorios están trabajando en alternativas para reemplazar las pruebas de sustancias y cosméticos en animales.
Una de las instituciones que lidera este avance científicos es la Universidad Técnica de Viena (TU Wien) en Austria. Los científicos de esta universidad buscan reemplazar los experimentos en animales con tejido humano artificial creado en laboratorios.
Esta creación de órganos artificiales es un proceso conocido como entrega de “órgano en un chip” o “humano en un chip”. Durante el procedimiento se crean partes de tejido que luego interactúan entre sí. Se colocan en un chip diminuto y se pueden suministrar con nutrientes muy específicos o también con compuestos farmacéuticos de manera muy precisa. De este modo, se puede recopilar información muy valiosa sin necesidad de recurrir a la experimentación con animales.
De esta manera, los investigadores pueden trabajar con células humanas y llegar a resultados mucho más significativos, ya que al experimentar con animales se reduce la validez de los resultados de las pruebas.
La tecnología de TU Wien funciona cuando el hidrogel que rodea las células se enriquece con moléculas que luego se pueden activar con un rayo laser. El hidrogel se vuelve más suave y permeable y es posible determinar exactamente dónde deben moverse las células.
Esta nueva técnica es muy beneficiosa e interesante para la investigación farmacéutica. Con este método láser, se pueden reproducir sistemas de tejidos especiales de manera reproducible que luego pueden ser examinadas en condiciones controladas precisión en un pequeño chip para probas nuevos medicamentos.
Otras alternativas a los experimentos con animales
No todas las alternativas a los experimentos con animales son a través del reemplazo de tejido humano artificial. Por ejemplo, los laboratorios Pharmagene, en Inglaterra, además de usar tejido humano artificial, crea modelos por ordenador en el desarrollo de medicamentos y pruebas de producto.
Pharmagene estudia cómo los medicamentos afectan a los genes humanos y sus proteínas, mediante biología molecular, bioquímica y farmacología analítica.
Los científicos también utilizan modelos matemáticos y por ordenador para predecir la toxicidad de la sustancia, basándose en sus estructuras químicas y propiedades.
Otras pruebas permiten a los fabricantes de medicamentos y cosméticos testear si los componentes pueden causar cáncer u otros problemas médicos.
Gracias a las nuevas tecnologías se pueden probar miles de sustancias cada año de una forma más amigable, rápida y económica que con el uso de animales. Estas iniciativas buscan también aliviar el sufrimiento de animales de laboratorio y a largo plazo se podría dejar de experimentar con animales.
Fuente: MDZ