A propósito de que Gonzalo Castillo ofreció su respaldo a las aspiraciones de Margarita Cedeño a la nominación presidencial por el Partido de la Liberación Dominicana, los principales partidos del sistema y emergentes han postulado candidaturas que, en su momento, concitaron respaldo popular, pero ni fueron ganadoras y no trascendieron políticamente.
Este fenómeno se ha dado en el PLD y los partidos Revolucionario Dominicano, Reformista Social Cristiano y entidades emergentes como el Movimiento Independencia Unidad y Cambio (Miuca) y el Movimiento de Unidad de Integración Dominicana (Unido).
En política acontece que el candidato presidencial de una entidad, le corresponde asumir el liderazgo presente y en el futuro inmediato, debido a que asume el contr interno, pues hay que contar con su bendición para integrar los equipos de campaña, de finanza y electoral.
Los dirigentes se reagrupan en torno a su figura porque de ganar los comicios, será determinante para futuros cargos en el Gobierno y para cargos de elección y dirección partidaria.
EL PENCO EN EL PLD. Gonzalo Castillo fue un ministro de Obras Púbicas que sorprendió al país al ganarle unas primarias internas al entonces líder histórico del PLD y tres veces presidente de la RD, Leonel Fernández.
Todo fue gracias al respaldo decidido del entonces presidente Danilo Medina y la mano larga del Gobierno.
El Penco, fue su mote de campaña y generó controversia por sus dificultades para conceptualizar las ideas políticas y temas de campaña.
También porque fue el candidato del partido oficialista, que llevaba 16 años consecutivos en el poder. En las elecciones del 2020 no pudo pasar la barrera del 37% del electorado y nunca más se supo de él, hasta el pasado lunes cuando visitó a Cedeño para sumarse a su proyecto. A propósito, Cedeño fue la candidata vicepresidencial de Castillo en los comicios pasados.
MVP EN EL PRD. Para las elecciones del 2008, Miguel Vargas Maldonado causó gran impacto como candidato presidencial del PRD, porque entorno a su figura, se reconstruyó la entidad, luego de las divisiones sufridas por el intento fallido de reelección de Hipólito Mejía, en los comicios del 2004.
Vargas Maldonado estaba rodeado de un aura triunfalista y todas las figuras importantes y el liderazgo del PRD lo cortejaban. Pero diferencias irreconciliables con la tendencia de Hipólito Mejía influyó negativamente en los resultados electorales y no pudo evitar la reelección de Fernández y el PLD en el 2008.
Vargas Maldonado intentó de nuevo ir tras la nominación presidencial del PRD para las elecciones del 2012, pero perdió en la convención interna del PRD en el 2011 de Hipólito Mejía, quien a su vez, perdió de Danilo Medina.
Divisiones internas afloraron nueva vez en el PRD con un Tribunal Superior Electoral dando todas las ganancias de causa a Vargas Maldonado, lo que decreto la división total y en el 2015, la dirigencia en pleno se marchó fundó el Partid Revolucionario Moderno, hoy en el Gobierno.
Vargas Maldonado ha limitado su liderazgo y hacer del PRD una organización bisagra, no ha vuelto a ser candidato presidencial y apoyó las candidaturas del PLD en los comicios del 2016 y 2020.
JACINTO PEYNADO. Jacinto Peynado fue senador de la capital y vicepresidente de la República en el período recortado de dos años de Joaquín Balaguer.
Se le veía como líder natural del PRSC tras la salida de Balaguer y de hecho, fue el primer el segundo candidato postulado por el PRSC en el 1996.
Sus diferencias con el líder del reformismo y para la época presidente de la República, conllevó a que en las elecciones lograra un lejano tercer lugar, lo que le descartó para para competir en la segunda ronda electoral, que fue ganada por Leonel Fernández apoyado por Balaguer en el denominado Frente Patriótico.
Para las primarias del PRSC del 2003, Peynado pierde la contienda interna de Eduardo Estrella y para los comicios del 2204, decidió apoyar la candidatura presidencial del Leonel Fernández.
Luego una enfermedad diezmó mucho a Peynado, quien murió el 9 de agosto del 2004 en Miami.
El CACIQUE AMABLE ATRISTY CASTRO. Cuando de hablar de caciques políticos se trata, sin duda que Amable Aristy Castro es el prototipo, logrando ganar como diputado y senador por la provincia La Altagracia, desde 1986 hasta el 2020 (34 años).
Para el 2007 gana las primarias internas del PRSC a Eduardo Estrella, que para la época había sido candidato presidencial (2004).
El cacique de La Altagracia perdió las elecciones rondando un 5% y nunca más volvió a intentar ir tras la Presidencia de la RD.
Concentró sus esfuerzos en dirigir la Liga Municipal Dominicana y garantizar la senaduría altagraciana en cada proceso.
En el 2012 apoyó a Hipólito y el PRD. En el 2016 y 2020 apoyó al PLD. En los comicios pasados pierde por primera vez la senaduría y salió completamente del radar de la palestra pública.
EMERGENTES SIN SUERTE
IMPACTO DEL PADRE TOÑO. Antonio Reynoso, oriundo de Fantino, provincia Sánchez Ramírez, impactó en el electorado dominicano al renunciar de su vocación de sacerdote para ir tras la Presidencia de la República, en las elecciones de 1994.
Fue nominado por el Movimiento Independencia Unidad y Cambio (Miuca), pero la percepción de un cura en politica y en un país de mayoría católica, no influyó para nada en los resultados electorales.
22 mil 543 votos, equivalente a 0.70% del electorado, fue lo que pudo lograr el Padre Toño, que jamás volvió intentar candidatearse a la Presidencia, ni a ningún otro cargo de elección popular.
Durante el Gobierno de Leonel Fernández (1996-2000) fue director de la Oficina de Desarrollo de la Comunidad (ODC).
En los comicios del 2000, respaldó a Hipólito y el PRD lo que le sirvió para ser designado director de la Oficina Técnica de Transporte Terrestre, entidad que formaba parte del programa de renovación de vehículos públicos, Plan Renove, que desencadenó un expediente de corrupción, que implicó una estafa al Estado superior a los mil 800 millones de pesos. Luego de este suceso, Toño Reynoso fue a prisión, salió y nada más se ha sabido de él.
EL PRESTIGIO DE CÉSAR ESTRELLA SADHALÁ. Fue presidente de la Junta Central Electoral que organizó las elecciones del 1994 y para muchos, los comicios más transparentes y que puso fin a dadas de denuncia de fraudes electorales.
Volvió a dotar de transparencia las elecciones de 1996 y luego renunció a la presidencia de la JCE, en el 1997.
Tras su renuncia a la JCE y el prestigio cosechado, lo proyectaron como candidato presidencial para el 2020, postulado por el Movimiento de Unidad de Integración Dominicana (Unido).
Su buena reputación e imagen de hombre serio, no les funcionaron para calar en el electorado, logrado apenas tres mil 359 votos, para un 0.11%.