El 62% de la población reclusa de la República Dominicana vive en condiciones de hacinamiento, según un informe presentado este miércoles sobre la situación en las cárceles del país, donde en 2021 había 27,506 presos.
El hacinamiento se concentra en 19 cárceles del antiguo modelo penitenciario, donde el 40 % de los presos duerme en el suelo o en hamacas improvisadas debido a la falta de espacio, según el informe elaborado por la Comisión Carcelaria de la Oficina Nacional de la Defensa Pública.
La coordinadora de la comisión, Elisabeth Rodríguez, destacó “las lamentables condiciones de detención” en la cárcel de La Victoria, la mayor del país, que fue construida para 2,103 reos y alojaba 7,625 internos cuando se realizó el estudio.
La misma situación de hacinamiento sucede en otros centros, sin que en algunos haya siquiera “una verdadera separación entre hombres y mujeres”, dijo Rodríguez en una rueda de prensa.
La falta de atención sanitaria es otro de los elementos destacados en el informe, tras constatar que en las cárceles apenas cuentan con medicamentos y los que llegan están vencidos, sin que se administre la medicación correspondiente a enfermos de cáncer, ni a diabéticos ni a personas con problemas de salud mental.
“Tampoco se están haciendo exámenes de ingreso” a los internos, expuso Rodríguez, que aludió, asimismo, a lo inadecuado de la alimentación que se proporciona a los presos y a graves problemas de higiene.
En las denominadas “celdas de reflexión” no hay ventilación, ni cuentan con inodoro a pesar de que, en ocasiones, se recluye a los presos sin cumplir el máximo de 30 días estipulado, llegando a mantenerlos ahí durante meses o, incluso, años, denunció Rodríguez, que iba ilustrando su relato con una proyección de imágenes.
Otra circunstancia que preocupa a los responsables del informe es “el uso desmedido de la prisión preventiva”, contribuyendo así al problema de hacinamiento y al derivado riesgo de violencia, problemas de salud, incendios, motines, fugas, maltrato y violación de la integridad de las personas privadas de libertad.
El informe recomienda que los internos se reubiquen en las cárceles del nuevo modelo penitenciario, iniciado en 2004 y que ya cuenta con 27 recintos en los que se alojan 10,439 reos, sin estar hacinados.
Asimismo, se insta a las autoridades a dotar de personal médico suficiente a las cárceles donde no lo hay, así como abastecer de los medicamentos necesarios a los centros.
También se insta a aplicar criterios de igualdad en casos de grupos vulnerables tales como los LGTB, o que los internos de máxima seguridad puedan salir al patio una hora al día, entre otras sugerencias.