Un equipo internacional de científicos publicó recientemente en la revista Journal of Archaeological Science un estudio en el que revelan las causas que condujeron a la muerte de un hombre en el desierto de Atacama, en el actual territorio de Chile, hace más de 5.000 años.
Los huesos del fallecido fueron hallados en una fosa común de la costa norte del país y fueron sometidos a un análisis forense. El individuo era un cazador-recolector de entre 35 y 45 años y el estado de sus huesos sugiere que se dedicaba a la pesca, ya que presentaban signos de uso frecuente de arpones y remos.
Los investigadores examinaron sus restos en busca de diatomeas, un grupo de algas que se encuentran en los océanos, el agua dulce y los suelos. Si son halladas dentro de los huesos de los cuerpos de fallecidos, es considerado un indicio de ahogamiento, ya que significaría que tragaron agua antes de morir.
Esto parece ser exactamente lo que le ocurrió al individuo del desierto de Atacama, ya que el análisis forense encontró diatomeas en sus huesos. Esta es la primera vez que se realiza con éxito esta prueba en restos humanos prehistóricos para determinar si hubo ahogamiento en agua salada.
Además, los investigadores llevaron a cabo un análisis microscópico de gran alcance en la médula ósea, lo que les permitió buscar una mayor variedad de partículas microscópicas que pudieran proporcionar más información sobre la causa de su muerte.
Las partículas halladas incluían algas fosilizadas, huevos de parásitos y sedimentos que no habrían sido detectados por la prueba estándar de diatomeas.
Por otro lado, las propias condiciones en las que fueron encontrados los restos apuntaban a una muerte abrupta.
“Los entierros masivos a menudo han sido necesarios después de desastres naturales como tsunamis, inundaciones o grandes tormentas”, explicó James Goff, autor principal del estudio. “Sin embargo, sabemos muy poco sobre si los sitios de entierro masivo prehistóricos cerca de las costas podrían ser los resultado de desastres naturales u otras cosas, como guerras, hambrunas y enfermedades. Esto nos dio la idea de desarrollar una versión mejorada de una prueba forense moderna para usarla en huesos antiguos”.
Perspectivas de estudio futuras
El científico cree que esta nueva técnica forense se puede utilizar en antiguos sitios de entierro masivo de todo el mundo para obtener una imagen más rica de la vida de las personas en las comunidades costeras a lo largo de la historia.
“Hemos dado con una forma completamente nueva de hacer las cosas”, aseguró Goff, quien concluye que esta técnica “puede ayudarnos a comprender mucho más sobre lo difícil que era vivir en la costa en los días prehistóricos y cómo las personas allí se vieron afectadas por eventos catastróficos”.