El bateador designado cubano Jorge Soler y el guardabosques Adam Duvall conectaron sendos cuadrangulares con los Bravos de Atlanta, que derrotaron 6-2 a los Astros de Houston en el primer juego de la Serie Mundial.
Con su victoria, los Bravos, que consiguieron 88 triunfos en temporada regular, pusieron números de 1-0 en la serie del Clásico de Otoño que se juega al mejor de siete.
De acuerdo con las estadísticas, sólo cinco de 26 equipos en la era de comodín, desde 1995, se han recuperado de una desventaja de 0-1 para ganar la Serie Mundial.
Aunque el triunfo pone adelante a los Bravos en la competición, la victoria les costó perderse a su abridor Charlie Morton, que sufrió fractura del peroné derecho al ser golpeado por una línea del primera base cubano Yuli Gurriel.
En la batería Soler (1) se encargó de imponer el ritmo de juego al pegar batazo de cuatro esquinas en el primer episodio luego de descifrar los lanzamientos del abridor dominicano Framber Valdez, en el juego celebrado en el “Minute Maid Park”, de Houston
En la parte alta de la primera entrada, Soler, como designado y recuperado del Covid-19, mandó volar la pelota 116 metros y la boto fuera del campo sobre la barda del jardín izquierdo.
Soler pegó su cuadrangular sin corredores por delante, sin outs en la entrada inicial, y fue lo que marcó la diferencia en el juego y en el ánimo de los peloteros de los Astros.
Los Bravos, que eliminaron recién a los Dodgers de Los Ángeles, monarcas de la Serie Mundial anterior, no habían terminado. Se mostraron agresivos en todas las facetas del béisbol.
Soler añadió un rodado productor en la segunda entrada, cuando Duvall descargó un cuadrangular de dos carreras. La pizarra se colocó 5-0 y los Bravos habían hecho historia en octubre, como el único equipo que ha anotado en cada uno de los primeros tres episodios de un Clásico de Octubre.
Para ese momento, los bates de los Bravos eran los únicos que hacían ruido, junto con algunos escasos seguidores de Atlanta, perdidos en un mar de jerseys anaranjados.
Entonces, todo marchaba bien para los Bravos. Pero el béisbol es un deporte caprichoso, donde el destino puede cambiar más rápido que la trayectoria de una curva y lo hizo con la lesión de Morton.
El lanzador derecho sufrió una fractura de peroné y se perderá el resto de la Serie Mundial.
La suerte para los Bravos fue que la ofensiva del equipo de Houston nunca se vio cómoda en la caja de bateo y estuvo llena de dudas.
El segunda base venezolano José Altuve, el campocorto boricua Carlos Correa y los demás Astros lucieron extraviados en la caja de bateo.
Ésta es su tercera Serie Mundial en cinco temporadas, pero su primera desde que estalló el escándalo de robo ilegal de señales.
Antes del encuentro, Rob Manfred, el comisionado de las Grandes Ligas, dijo que había muchos detectives observando las cuevas de los equipos, los clubhouses y el graderío para detectar cualquier posible trampa.
“Hay más gente observando lo que pasa como resultado de los problemas que hemos tenido anteriormente”, comentó Manfred. “Tenemos toda la confianza que será un juego limpio”.
El que no tuvo ningún problema con el bate fue Soler, el toletero cubano terminó pegando dos veces en cinco oportunidades con el tolete, remolcó dos anotaciones y llegó una vez a la registradora.
Sin perder tiempo en el ataque con su tolete, en la segunda entrada conectó rodado a las paradas cortas y empujó a la contadora al receptor Travis D’Arnaud.
Mientras que Duvall (1) también pego jonrón en el tercer episodio contra la serpentina de Valdez, cuando había un corredor en base.
El intermedista curazoleño Ozzie Albies tuvo cinco citas con el serpentinero y logró contacto con la bola en dos ocasiones y llegó a la registradora con doble al jardín central del antesalista Austin Riley.
El guardabosques puertorriqueño Eddie Rosario también conectó dos veces en cinco viajes a la caja de bateo, y anotó carrera, cuando Duvall pegó de cuatro esquinas.
La victoria sobre la lomita se la acreditó el relevo A.J. Minter (1-0) en dos entradas y dos tercios, permitió tres imparables y una carrera, y retiró a tres bateadores por la vía del ponche, siendo su trabajo decisivo tras la salida de Morton.
Por los Astros la respuesta con el tolete la tuvo Correa, que tuvo tres oportunidades con el bate, y en la octava entrada, mandó rodado a la segunda, para dar oportunidad al bateador designado cubano Yordan Álvarez de pisar la registradora.
Álvarez hizo contacto con la pelota en una de las tres ocasiones en que viajó a la caja de bateo.
Gurriel conectó dos veces en cuatro enfrentamientos con el lanzador, pero tampoco pudo ayudar a romper el pitcheo hermético del bullpen de los Bravos.
La derrota la cargó Valdez (0-1) en dos episodios, con castigo de ocho imparables, dos jonrones y cinco carreras, dio una base y ponchó a dos bateadores.
El segundo juego de la serie se llevará a cabo el miércoles nuevamente en casa de los Astros, que subirán a su abridor mexicano José Urquidy, mientras que los Bravos iniciarán con Max Fried.