Los ex procuradores generales de la República, Jean Alain Rodríguez y Víctor Céspedes, figuran como los únicos dos administradores de Justicia, jefes del Ministerio Público, sometidos al banquillo de los acusados en últimas décadas.
Alain Rodríguez y Céspedes pasaron de ser persecutores de delitos a ser acusados de delitos por ante el propio sistema que administraron.
Céspedes se libró de caer en prisión, debido a que la Tercera Sala de la Cámara Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional declaró inadmisible la apelación al Auto de No Ha Lugar a favor suyo, el ex procurador adjunto Francisco Cadena Moquete y la abogada Maritza Cruz González.
Los jueces Ignacio Camacho, Luis Omar Jiménez y Nancy Joaquín Guzmán confirmaron la decisión del juez Alfredo Ríos Fabián, consideró que los cargos de presunta prevaricación puestos a su cargo por la Procuraduría no constituye un delito penal y los elementos de prueba resultan insuficientes para fundamentar la acusación.
La Corte declaró que comprobó que los motivos y fundamentos expuestos en dicho recurso “no se corresponden con la decisión recurrida, toda vez que la resolución contentiva del Auto de No Ha Lugar, objeto del recurso, ha sido correctamente motivada y fundamentada”.
Sin embargo, entiende como elemento censurable el hecho de que exista la Ley 1486, mediante la cual el Estado pueda contratar a funcionarios públicos para que litiguen en representación del mismo.
¿Correría Jean Alain con la misma suerte que Céspedes?
Mientras que Alain Rodríguez está en prisión en la cárcel preventiva del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, en espera de que el próximo jueves se le conozca medida de coerción en su contra.
Está acusado de estafa al Estado por más seis mil millones de pesos, asociación de malhechores, lavado de activos, coalición de funcionarios para cometer un delito, falsedad de documentos públicos, delitos electrónicos, delitos de identidad. Entre otros.