Los primeros robles para la reconstrucción de la catedral de Notre Dame de París fueron talados en el noreste de Francia, primera etapa de un largo proceso de preparación.
Cada roble tiene centenares de años, un metro de espesor como mínimo y serán serán utilizados para el armazón del tejado y la aguja de la catedral, muy dañada durante un incendio en abril de 2019.
Durante meses, los expertos recorrieron bosques públicos y privados para seleccionar 1.000 árboles con troncos largos e impecablemente rectos.
“Tenemos suerte de trabajar con ejemplares tan excepcionales”, explicó el jueves a la AFP Mickael Durand, director de la serrería cerca del bosque de Berce (a unos 200 km de París) donde los robles fueron talados por especialistas.
“Pesan 15 toneladas, y no se puede cometer ningún error… Cada uno debe tener como 300 años”, explicó.
Los troncos serán cortados y almacenados durante 12 a 18 meses. Una vez secados y preparados, serán utilizados en la obra de reconstrucción, que en principio empezará a finales de 2022. Los planes son de una reapertura de la catedral en abril de 2024.
Las donaciones privadas y empresariales para la reconstrucción de Notre Dame ascienden a más de 800 millones de euros (unos 950 millones de dólares).