(CNN) — Perú elevó a más del doble su número oficial de muertes por la pandemia de covid-19 luego de una revisión de las cifras del Gobierno, lo que deja al país con la tasa de letalidad per cápita relacionada con el coronavirus más alta del mundo.
La primera ministra de Perú, Violeta Bermúdez, anunció el lunes que la cifra de muertos desde el 1 de marzo de 2020 hasta el 22 de mayo de 2021 se había revisado a 180.764. La cifra anterior al domingo era de 69.342, que es 2,6 veces menor que el total revisado.
En una conferencia de prensa en TV Perú, afiliada de CNN, Bermúdez dijo que las cifras actualizadas se basan en el asesoramiento de un panel de expertos peruanos e internacionales.
«Es nuestro deber hacer pública la información actualizada, no solo como parte de nuestro compromiso con la transparencia, sino también para cumplir con nuestras obligaciones como Estado», dijo Bermúdez.
Perú ya tenía una de las peores tasas de letalidad del mundo antes de la revisión del Gobierno. Las nuevas cifras elevan la tasa de letalidad de poco más de 200 a más de 500 muertes por cada 100.000 personas, superando a Hungría, que tenía 305 muertes por cada 100.000 personas al 22 de mayo, según datos de la Universidad John Hopkins.
Bermúdez estuvo acompañada durante el anuncio por el ministro de Salud, Oscar Ugarte, y el grupo de funcionarios y profesionales independientes que trabajaron para afinar el número de muertes.
Ugarte dijo que Perú implementaría de inmediato la metodología recomendada por el grupo para «tener una cifra diaria que refleje más de cerca la realidad de lo que está sucediendo con la pandemia en nuestro país».
El anuncio de la revisión se produce pocos días antes de que los peruanos se dirijan a las urnas para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del domingo. Los peruanos votaron en la primera vuelta en abril para elegir al quinto presidente del país en solo cuatro años, y la clase política ha dejado a los electores desilusionados tras una serie de escándalos de corrupción.
La semana pasada, la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, dijo que los casos y muertes por covid-19 se estancaban a niveles alarmantes en las Américas.
La región reportó más de 1,2 millones de nuevos casos de covid-19 y 31.000 muertes durante la semana anterior, cifras que permanecen sin cambios durante las últimas semanas, dijo Etienne, antes de agregar que los datos muestran que «los países latinoamericanos también representan los cinco mayores tasas de letalidad en todo el mundo».
Con respecto al lento despliegue de la vacunación en las Américas, la directora de la OPS hizo un llamado a la comunidad mundial una vez más para ayudar a ampliar la cobertura de vacunas en la región.
«En nuestra región de casi 700 millones de personas, solo 37 millones han sido completamente vacunadas contra el covid, espero que estén de acuerdo en que esto es completamente inaceptable».
Las vacunas de covid-19 en América Latina escasean peligrosamente. Etienne dijo anteriormente a los periodistas el 19 de mayo: «De hecho, solo el 3% de los latinoamericanos han sido completamente vacunados contra el covid-19 y todavía tenemos un largo camino por recorrer para garantizar que todos estén protegidos».
Por separado, la OMS advirtió el lunes que sería un «error monumental» pensar que el peligro del covid-19 ha pasado.
«La realidad es que todavía tenemos mucho trabajo por hacer para poner fin a esta pandemia», dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, durante la clausura de la 74ª Asamblea Mundial de la Salud. «Nos alienta que los casos y las muertes continúan disminuyendo a nivel mundial, pero sería un error monumental para cualquier país pensar que el peligro ha pasado».
La salida de la pandemia, dijo, es el uso personalizado y consistente de medidas de salud pública, junto con una vacunación equitativa.
Tedros instó a los estados miembros a comprometerse a apoyar las metas de lograr al menos el 10% de la población de todos los países vacunados para fines de septiembre y al menos el 30% para fines de año.
«Un día, ojalá pronto, la pandemia quedará atrás, pero las cicatrices psicológicas permanecerán para aquellos que han perdido a sus seres queridos, los trabajadores de la salud que se han estirado más allá del punto de quiebre y los millones de personas de todas las edades enfrentadas a meses de soledad y aislamiento», dijo.