Por Paola Bruno.- Omar Chahín, presidente de la Asociación Dominicana de Líneas Aéreas (ADLA), aseguró que la crisis económica que enfrenta el sector de la aviación en el país se ha agravado tras la pandemia del COVID-19.
Chahín dijo que las políticas fiscales del gobierno dominicano, las cuales se han mantenido durante los últimos 30 años, les mantienen en una posición difícil en relación a las líneas aéreas que visitan al país.
“Buenas noticias no hay, el sector de la aviación está sumido en una crisis muy grave y ya venía en crisis desde antes que entráramos en la pandemia, pero ahora con la pandemia pues se ha agravado mucho más”, expresó Chahín.
Para Chahín, competir con líneas aéreas que pagan, es un hecho discriminatorio. Estas pagan impuestos del 10% del 10% de lo que producen en la República Dominicana, mientras que ellos tienen que pagar renta al Estado del 100% de lo producen, factor que agrava la economía del sector aéreo.
El problema de las líneas con la situación del covid-19, según el presidente del ADLA, no se resuelve con quitarle el itbis a las operaciones regulares domésticas, sino, nombrando a las líneas aéreas dominicanas como zona franca.
“Eso resuelve el 90% de los problemas que enfrentamos, y le aseguro que con esa posibilidad vamos a poder tener líneas aéreas compitiendo con América, con Jet Blue, en los destinos que más nos interesan a los dominicanos, que es el destino de Miami, New York, y otros de importancia en Sur América”, indicó.
Manifestó que en la Junta de Aviación Civil, realizaron reuniones con todos los elementos que convergen en el turismo dominicano y tomaron la decisión del rumbo que debe seguir la aviación dominicana, mientras que el ADLA no estuvo presente por falta de invitación.
“Es de justa causa que las líneas aéreas dominicanas puedan competir con líneas extranjeras, no estoy hablando mal de las líneas extranjeras, hacen falta que vengan y que traigan turistas”, expresó Chahín.
Cuestionó el por qué no se pueden tener líneas dominicanas que cuenten con la misma capacidad de inversión que las extranjeras y que esos empleos puedan multiplicarse, quizás cumpliendo así con el deseo del presidente Luis Abinader de crear un millón de empleos en la República Dominicana.