Sumida en la tercera ola de la pandemia del coronavirus, Cuba celebra este sábado el tradicional Día del Trabajo sin largos discursos, desfiles ni actos masivos por segundo año consecutivo, aunque con una intensa actividad tanto en los medios estatales como en las redes sociales.
El presidente del país, Miguel Díaz-Canel, lideró un sencillo acto sin público en la emblemática Plaza de la Revolución de La Habana con un grupo reducido de autoridades, entre ellas el primer ministro, Manuel Marrero, y el secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), Ulises Guilarte.
En el acto, divulgado por medios estatales y redes sociales, se escuchó el himno cubano, se rindieron honores al héroe nacional José Martí, y Guilarte felicitó a los trabajadores del país.
Díaz-Canel también divulgó una grabación junto con su esposa, Lis Cuesta, para promocionar la campaña “Clave cubana”, que invita a los ciudadanos a que, desde sus casas, graben y compartan vídeos dando palmas con motivo del Primero de Mayo.
De hecho, #ClaveCubana ha sido el hashtag utilizado hoy, junto a #UnidosHacemosCuba y #1roDeMayo, por autoridades y simpatizantes del Gobierno cubano para celebrar el Día del Trabajo en Twitter, donde han mostrado una actividad especialmente intensa.
Algunos estudiantes y trabajadores cubanos del sector estatal indicaron a Efe los pasados días que sus superiores les solicitaron compartir desde sus cuentas en las redes sociales mensajes favorables al sistema socialista vigente desde la Revolución de 1959.
Por su parte, el presidente y otras autoridades incluyeron en sus tuits alegatos contra el embargo financiero y comercial de EE.UU., al que culpan de la profunda crisis económica en la que está sumida Cuba, donde escasean casi todos los productos y las largas colas frente a los comercios se han vuelto escenas habituales.
El país también vive su peor momento de la pandemia del coronavirus, tras cerrar abril como el mes con mayor número de casos hasta la fecha, si bien la evolución de los contagios se mantiene estable en torno al millar al día.
En todo caso, la pandemia ha impedido por segundo año consecutivo llevar a cabo el tradicional desfile que cada 1 de mayo congrega a decenas de miles de personas en la Plaza de la Revolución.
El ya fallecido mandatario Fidel Castro siempre encabezaba desde la tribuna presidencial este acto. Cuando en 2006 dejó el poder debido a una grave enfermedad, tomaron el testigo primero su hermano, Raúl Castro, y desde 2018 el actual gobernante, Miguel Díaz-Canel, aunque el menor de los Castro seguía acudiendo a la cita.
El coronavirus no es el único motivo por el que se ha cancelado este multitudinario festejo. En 1994 y 1995 tampoco se celebró el desfile por los problemas económicos de la crisis conocida como “Período Especial”.
En 1970 las marchas se trasladaron a los campos con motivo de la “zafra de los diez millones”, en la que Fidel Castro puso a todo el país a cosechar caña de azúcar para tratar de alcanzar dicho objetivo, que no se logró.
Entre los años 2000 y 2004 el formato varió y lo que se celebró en la Plaza de la Revolución fueron “tribunas abiertas”, discursos de Fidel Castro ante un público multitudinario. Además, el desfile en 2000 y 2001 no fue por la Plaza sino por el Malecón, para pasar ante el edificio de la Sección de Intereses de Estados Unidos (hoy embajada).
EFE