La Segunda Sala de la Corte Suprema de Brasil decidió este martes que los abogados del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva pueden tener acceso a un material que podría poner en duda las dos condenas que recibió por supuesta corrupción.
La decisión fue tomada por cuatro votos contra uno y permite a la defensa de Lula el acceso a una serie de mensajes que fiscales de la operación anticorrupción Lava Jato intercambiaron en su momento con el entonces juez Sergio Moro, quien en dos causas diferentes condenó al exmandatario a penas que suman casi 25 años de cárcel.
“El contenido es extremadamente grave” y puede revelar que hubo “una asociación indebida entre el órgano juzgador y la acusación”, dijo el magistrado Ricardo Lewandoski, instructor del caso, en clara alusión a Moro y los fiscales.
Esos mensajes, obtenidos por hackers y entregados parcialmente al portal The Intercept, sugieren que en esos procesos en los que Lula acabó siendo declarado culpable de corrupción, el juez Moro orientó y hasta coordinó de alguna manera la actuación e investigación de los fiscales, lo cual está estrictamente vetado por la ley.
Los hackers, que habían clonado los teléfonos de Moro, algunos fiscales y hasta autoridades del Gobierno, fueron detenidos y el material aprehendido por la Policía, que no facilitó su contenido a los abogados del expresidente.
La defensa de Lula sostiene que esos mensajes “prueban” que los juicios dirigidos por Moro, ambos en primera instancia y con fallos confirmados en cortes superiores, no fueron ni “transparentes” ni “imparciales”, por lo cual ya han presentado numerosos pedidos de nulidad a la Corte Suprema.
El exmandatario, quien gobernó entre 2003 y 2011, ya pasó en la prisión un año y siete meses y fue liberado por una decisión de la Corte Suprema, según la cual una persona condenada sólo puede ir a la cárcel una vez que ese máximo tribunal confirme las penas, lo cual aún no ha ocurrido en ninguno de los casos.
La tesis de la defensa de Lula afirma que Moro le condenó sin prueba alguna con la intención de impedir su candidatura para las elecciones presidenciales de 2018, ganadas finalmente por el actual mandatario ultraderechista, Jair Bolsonaro, mientras el líder del campo progresista estaba en prisión.
Los abogados del exmandatario refuerzan esa idea con el hecho de que Moro, una vez que Bolsonaro ganó las elecciones, renunció a la magistratura y aceptó el cargo de ministro de Justicia en el nuevo Gobierno.
Sin embargo, en abril del año pasado Moro renunció enemistado con Bolsonaro, a quien hasta acusó de intentar interferir ilegal y políticamente en la Policía Federal y de haber traicionado su promesa de continuar la lucha contra la corrupción.
Los abogados de Lula confían ahora en que esas conversaciones de Moro y los fiscales, en su mayoría a través de redes de mensajería, refuercen el pedido de nulidad de los procesos, y por ende de las condenas, que ya han presentado ante el Supremo.
No obstante, según los abogados de los fiscales, el contenido de esos mensajes fue obtenido ilegalmente por los hackers y, además, no existen garantías de que no haya sido “manipulado” por los propios piratas informáticos, por lo que no podría ser usado como prueba.
Ese asunto, sin embargo, deberá ser decidido por el pleno de la Corte Suprema, que aún no ha determinado cuándo examinará el pedido de nulidad que la defensa de Lula ha presentado contra los juicios que dirigió el entonces juez Sergio Moro.
Fuente: EFE