El síndrome del corazón festivo es una afección cardiaca que se presenta en personas sanas que incurren en excesos durante las festividades. Este trastorno fue descubierto por el doctor Philip Ettinger, en 1978, después de analizar a un grupo de 24 pacientes con episodios de latidos anormales en el corazón.
Todos los pacientes analizados por Ettinger tenían un elemento en común: habían consumido grandes cantidades de alcohol en alguna celebración. Los afectados presentaban anomalías en el sistema eléctrico del corazón, aunque ninguno de ellos tenía antecedentes de problemas cardiacos.
El hallazgo despertó escepticismo, pero una revisión científica llevada a cabo en 2013 corroboró la existencia del síndrome del corazón festivo. Los datos indican que esta afección aumenta en un 15 % durante las festividades de fin de año y que afecta más a los hombres que a las mujeres.
Síntomas principales
El síntoma principal del síndrome del corazón festivo es la presencia de unas fuertes palpitaciones en el corazón. Muchos lo describen como una “aceleración cardiaca” e indican que es “como si el corazón quisiera salirse por la boca”.
Algunas personas presentan síntomas adicionales, que se consideran indicativos de una emergencia hospitalaria, como los siguientes:
Mareos.
Dolor en el pecho.
Pérdida de la conciencia.
Dificultad para respirar o sensación de falta de aire.
En principio, el síndrome del corazón festivo se considera una modalidad de arritmia cardiaca. Sin embargo, en algunas ocasiones el corazón comienza a bombear la sangre de manera deficiente, lo cual es señal de insuficiencia cardiaca. En la mayoría de los casos los síntomas desaparecen cuando el cuerpo metaboliza todo el alcohol ingerido.
¿Por qué ocurre?
El síndrome del corazón festivo, también conocido como síndrome del corazón en vacaciones, se produce por una excesiva ingesta de alcohol. Sin embargo, la ciencia no comprende aún los mecanismos por los que esa sustancia provoca ese tipo de reacción.
El alcohol se considera una sustancia tóxica para el corazón. Los efectos son más severos cuando se consume en grandes cantidades y en un breve lapso. Esto lleva a que se libere más adrenalina y noradrenalina, dos hormonas que aumentan el ritmo cardiaco.
La consecuencia de esto es que se presente arritmia cardiaca, cuya forma más frecuente es la fibrilación auricular. El episodio en sí mismo, no es grave. Lo más habitual es que se resuelva en un lapso de 24 horas, pero también hay unos pocos casos en los que los síntomas persisten.
Si a la ingesta de alcohol se suma el consumo excesivo de comida, aumenta el riesgo de que se presente el síndrome del corazón festivo. Y si a esto se le añade un descanso inadecuado y estrés adicional por actividades sociales, compras, etc., es más probable que se presente uno de estos episodios.
Cuidados y prevenciones para evitar esta condición
Es importante hace hincapié en el hecho de que el síndrome del corazón festivo se presenta en personas sanas, es decir, sin antecedentes de enfermedad cardiaca. Por lo tanto, el consumo del alcohol en exceso es riesgoso para cualquier persona, esté o no enferma.
La mejor manera de prevenir uno de estos episodios es evitando el exceso en el consumo de alcohol. Por regla general, la cantidad de licor segura para un hombre es de máximo dos copas diarias; para una mujer, no más de una copa al día.
Así mismo, conviene tomar en cuenta los siguientes consejos:
Realizar actividad física de manera regular.
Mantener una dieta balanceada y saludable.
Evitar las comidas copiosas o con exceso de grasa.
Hidratarse muy bien antes, durante y después de consumir alcohol.
Dormir lo suficiente y hacer pausas durante el día para descansar.
Reducir la sal en las comidas y ser moderado con el consumo de azúcar.
Hay que tomar en cuenta que algunas personas son particularmente sensibles al alcohol. En ellos, es posible que una sola copa desate episodios de arritmia cardiaca. Así mismo, no se debe olvidar que, en algunas circunstancias, la arritmia puede poner en riesgo la vida. Por eso lo mejor es ver a un médico si los síntomas son pronunciados.
Recomendaciones finales
Hay más de 200 enfermedades y trastornos que se originan por el consumo excesivo de alcohol, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El etanol debilita las paredes del músculo cardiaco y aumenta la presión sanguínea. En otras palabras, atenta contra la buena salud cardiaca.
Aunque lo más habitual es que el síndrome del corazón festivo no genere consecuencias que lamentar, lo cierto es que tampoco se puede tener la certeza de que no haya complicaciones. Esto aplica en especial para las personas de mayor edad y para quienes tienen algún problema adicional de salud.
Las festividades de fin de año son más que propicias para caer en excesos. Lo más aconsejable es disfrutar de ellas con mesura y prudencia, para que unas copas de más no vayan a terminar en la sala de urgencias de un hospital.