Villa Riva, San Francisco de Macorís.- La desdicha, la desesperanza y varias enfermedades, han devastado la familia Sosa Santos de esta comunidad, que con tres hermanos en sillas de rueda, otro con leves quebrantos psíquicos, y su progenitora, con problemas auditivos y otras complicaciones, les hace enfrentar las más difíciles vicisitudes para poder subsistir.
Ante la precaria situación económica y de salud, el director de los Comedores Económicos del Estado Dominicano (CEED), Edgar Augusto Féliz Méndez, dispuso la entrega de comida cocida y cruda a los miembros de la familia, residente en la calle Manuel Duarte, número nueve, barrio San Antonio, Los Rieles, Villa Riva, provincia Duarte.
La inhóspita situación de salud, provocada por el polio, la padecen los hermanos, Ingrid Sosa Santos, 34 años, Alba Iris, 36 y Kelvin, de 40 años, quienes, postrados en sillas de ruedas, las dos hembras y el varón sentado en una silla rústica, ven los días pasar, en medio de todas las precariedades, siendo el único futuro en su vida, encontrarse con Robert, su otro hermano, quien el pasado año, falleció de la misma enfermedad que los mantiene postrados.
La progenitora, la señora Josefina Santos, tiene problemas de sordera, además de padecer, al parecer, de un incipiente Alzheimer, lo que le hace difícil establecer comunicación con las demás personas; mientras que Keiny, su otro hijo, según sus propios hermanos, tiene problemas mentales, aunque en sus inicios.
Ante la precaria situación, el doctor Féliz Méndez, instruyó a la subdirectora de los CEED y encargada de los asuntos sociales, Ana Sarraf de Rodríguez, entregarle a la familia Sosa Santos, los alimentos requeridos para por lo menos un mes, para que no les haga falta su comida.
Féliz Méndez, se comprometió para que la comida no le falte de ahora en adelante a los miembros de la familia que vive en la más extrema pobreza y vulnerabilidad en Villa Riva, provincia Duarte.
Las raciones alimenticias, consistentes en un saco de arroz, varios tipos de carne, azúcar, aceite, salsa, sazón, pastas y otros productos, fueron entregadas por la señora Sarraf de Rodríguez, en compañía del administrador del Comedor Económico de San Francisco de Macorís, Silvestre Miranda.
La algarabía fue expresada por todos, pero las gracias fueron dadas por Henry Sosa Santos y su hermana Danelba, quienes afirmaron que tienen que hacer malabares para mantener a su madre y hermanos, que no pueden trabajar.
“Estamos en una situación muy difícil, porque esta es una familia muy necesitada, mi padre era pensionado, duró más de 35 años trabajando en el Estado y mis hermanos no tienen quien los ayuda, y a veces, tengo yo que ponerme a pedir para poder mantenerlos”, explicó Danelba, una de dos hermanos en buenas condiciones de salud.
Dijo que ya no tiene vergüenza de pedir ayuda para darle de comer a sus hermanos postrados en sillas de ruedas en la humilde vivienda.
“Mi madre es una persona sorda y tiene, además, otros problemas de salud, es su mente, pero tampoco tiene cédula de identificación y personal”, precisó.
La señora Josefina Santos nunca ha tenido cédula de identificación y electoral, razón por la cual, la pensión de su esposo, Toribio Sosa, quien por más de 35 años sirvió al Estado, no se le pudo traspasar, razón por la cual las penurias son cada vez mayores.
La señora Sarraf de Rodríguez, destacó el interés de Féliz Méndez, en acudir en auxilio de la familia Sosa Santos, debido a su precaria situación de salud y económica.
“Estamos aquí en representación del señor director, Edgar Augusto Féliz Méndez y de nuestro señor presidente, Luis Abinader. Hemos traído los Comedores Económicos hasta este lugar para darle una asistencia social a esta familia de pocos recursos y que realmente necesita que nosotros le ayudemos”, precisó Sarraf de Rodríguez.
Henry Sosa Santos, quien mantiene a sus hermanos y su madre, dijo que trabaja en Cabrera, provincia María Trinidad Sánchez, dando mantenimiento a la piscina de una villa, pero que lo que gana no le alcanza para comprar los medicamentos a sus cuatro hermanos y su madre enfermos.
“Mi mamá tiene problemas de la cabeza, además de los auditivos; murió mi papá y mi hermano, pero para ella, ellos no están muertos, ella se para frente a la foto de mi hermano Robert, y le pregunta, mi hijo, donde tú estás”, explicó Henry, palabras con las ilustra las condiciones de salud de su progenitora.