Una pintura incautada por los nazis a una familia judía en 1933 fue recuperada por el FBI de un museo en el norte del estado de Nueva York.
La obra “Winter” (Invierno), del artista estadounidense Gari Melchers, fue parte de la colección del Museo Arkell en Canajoharie hasta el 10 de septiembre, según documentos de la corte federal. La recuperación es parte de un esfuerzo internacional por encontrar obras de arte robadas por los nazis tras su ascenso al poder.
El editor y filántropo alemán Rudolf Mosse inicialmente adquirió la pintura en 1900, en la Gran Exhibición de Arte de Berlín. El gobierno nazi la incautó luego que Felicia y Hans Lachmann Mosse, huyeron de Alemania a principios de 1933 y dejaron la extensa colección de arte de la familia, que fue puesta bajo la administración del estado, según los fiscales federales.
Los nazis habían perseguido a los Mosse por ser judíos y por su afiliación con el Berliner Tageblatt, un periódico crítico del partido, según los documentos de la corte.
“Los nazis le encargaron a Karl Haberstock, de la casa de subastas Rudolf Lepke, que liquidara la colección de arte de la familia Mosse”, según documentos de decomiso presentados por la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos.
Bartlett Arkell, el primer presidente de la Beech-Nut Packing Company, compró la pintura en una galería en Nueva York en 1934 para su colección personal y la obra pasó después a ser parte de la colección del museo que lleva su nombre, a 80 kilómetros al noroeste de Albany.
Suzan D. Friedlander, directora ejecutiva y principal curadora del museo, dijo en un comunicado que los dirigentes de la institución estaban “por supuesto muy molestos al enterarse de la historia de la incautación de la pintura por los nazis a la familia Mosse”.
El museo renunció a todos los derechos del cuadro, ahora conocido como “Skaters” (Patinadores) o “Snow” (Nieve).
La pintura permanecerá en la oficina del FBI en Albany hasta que se reúna con la familia Mosse.
En el año 2017, centenares de obras de arte que habían sido ocultadas por Cornelius Gurlitt, hijo de un coleccionista de arte de la época nazi, fueron exhibidas a partir de noviembre en las ciudades de Berna —Suiza— y Bonn —Alemania—, como parte de un programa más amplio de recuperación de los bienes de familias judías durante el nazismo.
Antes de la exposición, un tribunal de Múnich dictaminó que Gurlitt, fallecido en 2014, había estado en pleno uso de sus facultades cuando donó su colección de aproximadamente 1.500 obras al Kunstmuseum Bern, que se comprometió a devolver cualquier obra que haya sido saqueada a coleccionistas judíos.
La colección, que antes de ser donada había sido hallada por la policía alemana, consta de unos 1.500 cuadros —entre ellos obras de Picasso, Matisse, Chagall y Nolde— que los nazis habrían robado y que podrían valer unos USD 1.348 millones en el mercado.
Con información de AP