Perder los anticuerpos generados contra el coronavirus SARS-COV-2 no es sinónimo de haber perdido la inmunidad. Existe una compleja memoria celular donde los linfocitos T podrían reactivarse si el virus vuelve a atacar. La Sociedad Española de Inmunología (SEI) considera necesario dar un paso más y no solo medir la presencia de anticuerpos, también conocer la respuesta de la inmunidad celular.
La última oleada del test serológico con el que el Instituto de Salud Carlos III mide el grado de inmunidad de la población española frente al nuevo coronavirus, un 5%, también ofrecía un dato inquietante: más del 14% de los testados había perdido los anticuerpos desde que se detectaron en la primera ronda del estudio, realizada en abril, hasta la última, en junio.
Sin embargo, no se puede dar por hecho que se haya perdido la inmunidad porque hayan desaparecido los anticuerpos en este grupo poblacional ya que existen otros mecanismos del sistema inmunitario que nos pueden proteger frente al virus que brotó en China y conocimos el pasado mes de diciembre.
¿Cuál es la certeza absoluta de cuánto dura la memoria inmunológica frente a SARS-COV-2? Hasta ahora sobre todo es una certeza clínica.
“A día de hoy no se han descrito reinfecciones, por eso, desde que hace más de seis meses hay casos de COVID-19 seguimos teniendo memoria inmunológica”, explica la doctora Carmen Cámara, secretaria de la SEI.
Pero también hay varias líneas de investigación abiertas para comprender hasta qué punto funciona nuestro sistema inmunitario contra el coronavirus y, sobre todo, son respuestas necesarias para avanzar el desarrollo de una vacuna eficaz.
Anticuerpos e inmunidad frente al virus
Las pruebas serológicas actuales miden si hemos generado anticuerpos tras ser infectados y lo hace frente a dos antígenos: la proteína Spike, la llave de entrada del virus en la célula humana, y la nucleoproteína que forma la cápsula del patógeno.
Nuevos antígenos podrían aumentar la sensibilidad de los test serológicos, aunque la experta considera que estos dos son fundamentales para la acción y detección del virus.
La última oleada del test serológico con el que el Instituto de Salud Carlos III mide el grado de inmunidad de la población española frente al nuevo coronavirus, un 5%, también ofrecía un dato inquietante: más del 14% de los testados había perdido los anticuerpos desde que se detectaron en la primera ronda del estudio, realizada en abril, hasta la última, en junio.
Sin embargo, no se puede dar por hecho que se haya perdido la inmunidad porque hayan desaparecido los anticuerpos en este grupo poblacional ya que existen otros mecanismos del sistema inmunitario que nos pueden proteger frente al virus que brotó en China y conocimos el pasado mes de diciembre.
¿Cuál es la certeza absoluta de cuánto dura la memoria inmunológica frente a SARS-COV-2? Hasta ahora sobre todo es una certeza clínica.
“A día de hoy no se han descrito reinfecciones, por eso, desde que hace más de seis meses hay casos de COVID-19 seguimos teniendo memoria inmunológica”, explica la doctora Carmen Cámara, secretaria de la SEI.
Pero también hay varias líneas de investigación abiertas para comprender hasta qué punto funciona nuestro sistema inmunitario contra el coronavirus y, sobre todo, son respuestas necesarias para avanzar el desarrollo de una vacuna eficaz.
Anticuerpos e inmunidad frente al virus
Las pruebas serológicas actuales miden si hemos generado anticuerpos tras ser infectados y lo hace frente a dos antígenos: la proteína Spike, la llave de entrada del virus en la célula humana, y la nucleoproteína que forma la cápsula del patógeno.
Nuevos antígenos podrían aumentar la sensibilidad de los test serológicos, aunque la experta considera que estos dos son fundamentales para la acción y detección del virus.
Fuente: EFE