El presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó este miércoles con “retener” fondos federales a dos estados clave en las elecciones presidenciales del próximo noviembre, Nevada y Michigan, por sus planes para facilitar el voto por correo por motivos de seguridad durante la pandemia del COVID-19.
En dos tuits, Trump dio un nuevo paso en su campaña contra el voto por correo, una opción que él mismo utilizó para participar en las primarias de Florida, pero que teme que pueda perjudicarle en noviembre, por lo que insiste, sin pruebas, en que puede llevar a un fraude electoral.
“Nevada ‘piensa’ que puede enviar papeletas ilegales de voto por correo, creando un escenario enorme de fraude electoral para el estado y Estados Unidos. ¡No pueden! Si lo hacen, yo ‘pienso’ que puedo retener los fondos al estado”, escribió Trump sobre los planes de Nevada de celebrar solo por correo sus primarias legislativas del 9 de junio.
El mandatario también dirigió esa amenaza a Michigan, al afirmar que el territorio “ha enviado solicitudes para votar por correo a 7,7 millones de personas” para sus primarias de agosto y las elecciones generales.
“¡Pediré que se retengan los fondos a Michigan si quieren ir por este camino de fraude electoral!”, añadió.
Trump no aclaró qué fondos podría retener y no está claro que pueda hacerlo legalmente, dado que los estados y localidades tienen la potestad de tomar decisiones sobre sus elecciones. Además, la mayoría de los fondos del paquete de estímulo por el coronavirus que estaban destinados a Nevada y Michigan ya se han entregado.
En declaraciones a la prensa más tarde, Trump insinuó que no planea cumplir sus amenazas, al asegurar que no cree que vaya a ser “necesario” retener los fondos al menos en el caso de Michigan.
“Las papeletas enviadas por correo son algo muy peligroso, son objeto de un fraude masivo”, afirmó el mandatario, a pesar de que no hay pruebas al respecto y varios estudios han negado ese punto.
SIN PRUEBAS DE FRAUDE ELECTORAL
Los casos documentados de fraude electoral en EE.UU. son tan pocos que es “más probable que a una persona le parta un rayo que se haga pasar por otro votante en las urnas”, según indicó en 2017 el independiente Centro Brennan para la Justicia de la Universidad de Nueva York.
Sin embargo, Trump afirmó tras su victoria electoral en 2016 que en esos comicios habían votado de 3 a 5 millones de indocumentados, sin proporcionar ninguna prueba; y creó una Comisión de Fraude Electoral para investigar sus propias denuncias que se disolvió unos meses después, sin haber encontrado ninguna evidencia de problemas.
El propio Trump votó por correo en las primarias presidenciales de Florida hace dos meses, algo que su portavoz, Kayleigh McEnany, justificó este miércoles al afirmar que “es el presidente” y tiene “una razón” para no estar presente en su estado de residencia el día de las primarias.
Las preocupaciones de salud derivadas de la crisis del coronavirus han llevado a varios estados a aplazar sus primarias o a promover el voto por correo, algo que en EE.UU. solo se permite como opción generalizada -sin necesidad de justificación extra- en 29 estados.
Las amenazas de Trump se centraron en dos estados gobernados por demócratas -Nevada y Michigan- a pesar de que otros dirigidos por republicanos están facilitando también el voto por correo, como Virginia Occidental o Utah.