Estados Unidos y China firmaron este miércoles la Fase 1 del esperado acuerdo comercial que promete poner fin a la guerra de aranceles que sacudió a la economía mundial. El pacto reducirá algunas tarifas y hará que Beijing impulse la compra de bienes y servicios estadounidenses, desactivando así un conflicto de 18 meses entre las dos economías más grandes del mundo.
El presidente Donald Trump y el viceprimer ministro Liu He, que lideró la parte china en las conversaciones comerciales con Washington, suscribieron el documento de 86 páginas en un evento realizado en la Casa Blanca, ante más de 200 invitados de los círculos empresariales, gubernamentales y diplomáticos.
“Hoy estamos dando un paso muy importante, uno que nunca antes se había dado, hacia un futuro de comercio justo y recíproco a través de la firma de la Fase 1 de este histórico acuerdo entre Estados Unidos y China”, dijo Trump durante la ceremonia. “Quiero agradecerle al presidente Xi Jinping, que está viendo. Voy a viajar a China en un futuro no muy distante. Es un muy buen amigo mío. Representamos países diferentes, pero desarrollamos una relación increíble”.
“Muchas personas creían que esto no iba a pasar. Debió haber sucedido 25 años atrás, pero está bien”, agregó el mandatario. Luego pasó varios minutos agradeciendo a muchos funcionarios por su papel en las negociaciones, desde el secretario del Tesoro Steven Mnuchin hasta su yerno, Jared Kushner.
Liu dijo que ambas partes trabajarán más estrechamente para obtener resultados tangibles y lograr una relación de ganancia mutua, a pesar de las diferencias en sus modelos políticos y económicos, según informó la agencia oficial de noticias china Xinhua.
Los funcionarios estadounidenses calificaron el acuerdo como una gran victoria que marcó un cambio significativo en las relaciones de Washington con China. Pero aclararon que incluye duras medidas para asegurar que se cumpla lo pactado, que podrían activar la renovación de los aranceles en caso de que haya irregularidades.
El acuerdo de la Fase 1 pone fin a una guerra comercial marcada por tarifas “ojo por ojo”, que ha afectado a cientos de miles de millones de dólares en bienes, enraizando los mercados financieros, desarraigando las cadenas de suministro y ralentizando el crecimiento mundial.
Una tregua
Aunque aranceles por cientos de miles de millones de dólares seguirán vigentes por ambos lados, probablemente hasta que el presidente Donald Trump compita por la reelección en noviembre, parte de la incertidumbre se desvanecerá. Y justo en el momento en que está a punto de comenzar a ser juzgado en el Senado, Trump podrá clamar victoria con esta “primera fase” del acuerdo que incluye un compromiso de China de aumentar sus compras de cultivos y productos estadounidenses, al menos en el corto plazo.
Eso ha repotenciado los mercados globales en los últimos días, porque deja fuera de la mesa -de momento- la amenaza de nuevos aranceles. “Está cumpliendo todas sus promesas y está construyendo una gran economía para las compañías y los trabajadores estadounidenses”, dijo en vísperas de la firma del acuerdo, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
“Creo que esta primera fase es un paso enorme en la dirección correcta”, agregó en una entrevista en la cadena Fox Business. Pero este miércoles, consultado por CNBC, Mnuchin advirtió que Trump tiene la potestad de elevar los aranceles para garantizar que Beijing cumpla el pacto. “El presidente tiene la habilidad de imponer tarifas adicionales”, aseguró.