Sao Paulo, EFE.- El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, condenado dos veces por corrupción, denunció ante la Justicia a un empresario por promover una campaña que en la que se le llama “borracho” y se pide su vuelta a prisión, confirmaron este lunes sus abogados.
La defensa acusa a Luciano Hang, dueño de la red comercial Havan y fiel seguidor del presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, de un delito contra el honor y la propia imagen al patrocinar “frases ofensivas y difamatorias” contra el exmandatario.
Hang anunció el pasado 1 de diciembre en sus redes sociales la puesta en marcha de una campaña para difundir presuntos “mensajes patrióticos” en aviones que sobrevolarían las playas del estado de Santa Catarina, en el sur de Brasil.
“Durante el verano voy a patrocinar un avión que va a pasar con mensajes patrióticos por el litoral de SC (Santa Catarina). Pedí a los internautas que me ayudaran con sugestiones de frases. Dé ‘play’ al vídeo y vea algunas”, escribió Hang en su perfil oficial de Twitter, que cuenta con cerca de 350.000 seguidores.
En el vídeo aparece un avión, dibujado con los colores de la bandera de Brasil, sobrevolando una playa y con diferentes carteles como “Lula, borracho devuelve mi dinero”, “Mejor que el verano, es Lula en prisión” o “Lula enjaulado es Brasil despierto””, entre otros.
Para la defensa del exgobernante (2003-2010), esos mensajes son “ofensivos, jocosos y provocadores” y tienen la “nítida intención” de “ofender y manchar la imagen y dignidad” del líder del Partido de los Trabajadores (PT).
“La circulación de las frases sugeridas hieren gravemente la propia imagen y el honor” de Lula, quien recobró su libertad en noviembre pasado tras 580 días en prisión, señalaron los abogados en la querella, en la que piden la suspensión de la campaña.
También solicitan el pago de una multa de 100.000 reales (unos 24.700 dólares) por el “daño moral” ya realizado a partir de la difusión de ese tuit por parte de Hang.
El empresario reaccionó a la denuncia en esa red social y volvió a cargar contra el ex jefe de Estado: “Lula continúa igual, quiere ganar sin trabajar. ¿Dónde está la libertad de expresión? ¿Y el Estado democrático de derecho? Jajaja. Idiotas”.
Lula pretende recorrer el país a partir de enero para hacer oposición a Bolsonaro, su mayor adversario político, y apuntalar la posición del PT, que él fundó en 1980, con miras a las elecciones municipales de 2020.
En su contra pesan dos condenas por corrupción y blanqueo de capitales y varios procesos por casos similares, muchos de ellos vinculados con la operación Lava Jato, que investiga los millonarios desvíos en la petrolera estatal Petrobras.
La primera, de 8 años y 10 meses de cárcel, pero de la que ya ha cumplido 1 año y 7 meses, ha sido ratificada en tercera instancia y aún falta el análisis del Supremo para que sea firme, razón por la cual responde en libertad.
En virtud de esa sentencia, Lula ingresó en prisión en abril de 2018, pero consiguió su libertad el mes pasado gracias a un fallo de la Corte Suprema, que declaró inconstitucional que una pena comience a ser cumplida tras haber sido confirmada en segunda instancia y aún cuando quedan recursos pendientes en tribunales superiores.
La segunda condena fue ratificada en noviembre por un tribunal de segunda instancia que le aumentó el castigo hasta los 17 años y 1 mes de prisión.